Continuará Maseca con su política de discriminación hacia los consumidores mexicanos

Maseca aceptó que continuará discriminando a los mexicanos y mexicanas ya que utiliza organismos genéticamente modificados (OGM) en sus productos de venta en México a pesar de haberse comprometido a dejar de utilizarlos en Estados Unidos, informó Greenpeace en conferencia de prensa.

"A raíz del escándalo del maíz transgénico Starlink en Estados Unidos en octubre de 2000, Maseca se comprometió a no utilizar OGM en sus productos de venta en ese país. Sin embargo, en México esta empresa ni siquiera informa que utiliza maíz modificado genéticamente como ha aceptado en una carta dirigida a Greenpeace y como muestran los análisis realizados a sus productos", afirmó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de consumidores de Greenpeace México.

Magallón informó que, el 6 de septiembre pasado, cuando Greenpeace "etiquetó" un anuncio espectacular de Maseca con la leyenda "Las flautas con Maseca son transgénicas", se envió una carta a esa empresa en la que se le pedía que deje de discriminar a las y los consumidores mexicanos. Además, mil 357 personas de diferentes partes del mundo (324 de México) enviaron faxes a Maseca exigiéndole que modifique esta política discriminatoria.

En dicha carta, los ambientalistas solicitaron a la transnacional que deje de "tratar a las mexicanas y los mexicanos como ciudadanos de segunda y que se comprometa de manera inmediata a no utilizar OGM en sus productos". Además, en la carta se explicaba que si la empresa no respondía antes del 13 de septiembre Greenpeace asumiría "que Grupo Maseca continuará con su política de discriminación hacia la sociedad mexicana".

"A raíz de esto, el 1 de octubre nos reunimos con representantes de Maseca, los cuales se comprometieron a demostrar ampliamente que ya no utilizaban OGM. Sin embargo, después de dicha reunión se perdió todo contacto con la transnacional ya que ni siquiera respondieron nuestras llamadas. Esta actitud, muestra claramente que Maseca no tiene intenciones de dejar de utilizar OGM en nuestro país, por lo que acepta que continuará discriminando a las y los consumidores mexicanos", concluyó Magallón.

Greenpeace aseguró que no existe evidencia científica que demuestre que el consumo de OGM es seguro en el mediano y largo plazos. Ante riesgos como alergias o la aparición de cepas de bacterias resistentes a antibióticos, las empresas deben dejar de utilizar OGM hasta que no se compruebe su seguridad para la salud de las personas que los consumen.

Raúl González- Plata, responsable de Investigación Clínica de Trasplantes de Órganos y Oncología de Novartis en México, que hasta finales del 2000 era uno de los principales productores de semillas transgénicas, coincide con los ambientalistas y afirma que "no se vale poner en el mercado productos transgénicos, sin saber perfectamente bien qué efectos van a tener en el consumidor final" (revista Mundo Ejecutivo, septiembre 2001).

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