Félix y Lázaro Azurdia: los músicos que acompañan las fiestas patronales

En actividades de cuaresma y Semana Santa y en las fiestas patronales, hay músicos que acompañan los cortejos procesionales o a las archicofradías, que tienen a su cargo una imagen religiosa, tocando música con instrumentos como la flauta, la chirimía y el tambor. Es el oficio que realizan personas como Félix y Lázaro Azurdia.
Félix y Lázaro Azurdia no son hermanos, pero comparten el mismo apellido y el mismo pueblo, San Andrés Itzapa. También comparten el mismo oficio, interpretar música en las fiestas patronales en varios municipios donde son invitados.
Los amenizadores como también son conocidos los músicos que acompañan con melodías las diferentes actividades religiosas o culturales, alegran el ambiente con las notas de la chirimía, la flauta y el ritmo del tambor.
En el municipio de San Juan Comalapa, Chimaltenango todos los años Félix y Lázaro acompañan a la hermandad de San Juan Novenario en sus actividades, previo a la fiesta del patrono del municipio. Es algo que realizan desde hace muchos años, una herencia de su padre y abuelo.
Félix, de 45 años, nació en el municipio de San Andrés Itzapa, Chimaltenango. Tiene 20 años tocando música, era el oficio de su padre y abuelo pero en su caso lo aprendió empíricamente.

Félix Azurdia (centro) tiene 20 años tocando música con instrumentos como el chirimía, la flauta y el tambor. Foto Joel Solano
En 2005 se inició en la música de son cuando aprendió a ejecutar la flauta, la chirimía y el tambor. Previo a esto aprendió a tocar el Tun, un tambor hecho con un tronco ahuecado con varias hendiduras lineales que forman dos lengüetas en la parte superior y que se toca de manera horizontal con dos baquetas, que acompaña algunas celebraciones importantes en los pueblos. El aprendizaje lo adquirió tocando de oído: escuchando y practicando.
La chirimía es instrumento musical de viento madera, que consiste en un tubo de madera ligeramente cónico, con nueve o diez orificios y una boquilla con lengüeta doble.
Cuando no está tocando en las fiestas patronales u otras actividades se dedica al campo en la siembra de maíz y otros cultivos.
Los pueblos donde los han invitado tocar son varios, San Juan Comalapa, cabecera departamental de Chimaltenango, Champerico, Retalhuleu, Tecpán, Guatemala y Nahualá, Sololá.
Azurdia cuenta que en los pueblos no hay muchos músicos que se dediquen a este oficio y que incluso a la niñez y a la juventud les avergüenza aprenderlo, a pesar de que él considera que es parte de su identidad.

Don Félix y don Lázaro amenazaron con su música la fiesta patronal de San Juan Comalapa. Foto Joel Solano
En San Juan Comalapa han participado en actividades de Cuaresma y Semana Santa, la festividad de la Virgen de Guadalupe, cada 12 de diciembre; en la feria de San Juan Comalapa, cada 23 y 24 de junio; y en la Festividad de la Hermandad de los Santos Reyes, cada 5 y 6 de enero.
Félix cuenta que para rescatar estas costumbres y tradiciones él se ha ofrecido a enseñarles a ejecutar el tambor, la flauta o chirimía a los niños y jóvenes.
No es solo música, es la vida de las fiestas
Lázaro Azurdia Buch, tiene 66 años, compañero de Félix, dijo que tienen dos años de trabajar juntos en diferentes actividades.
Azurdia Buch dice que aprendió a tocar el tun con la Danza de los Moros, y después el tambor pequeño y el grande. En Parramos, Chimaltenango, coincidió con Félix y, desde entonces, se han acompañado.
“Nos vienen a buscar para ir a los pueblos”, narra.
En San Andrés Itzapa, de donde es originario, la niñez y la juventud ya no le atrae la idea de tocar los instrumentos de origen maya. Han tenido que ir a otros pueblos donde enseñan a tocarlos y que no se pierda dicha tradición. Por ejemplo, en Comalapa, hay jóvenes y niños que quieren aprender.

Los músicos lamentan que la niñez y juventud ya no quiera aprender a tocar estos instrumentos. Foto Joel Solano
“Animamos a los niños y jóvenes a aprender este arte para alegrar a los pueblos. En Itzapa hay tamboreros, pero no hay quienes ejecuten la flauta”, dice Lázaro.
“Muchos ven a los tambores como un pedacito de madera o las flautas como un pedazo de caña, pero tienen un significado más, porque nos da vida y da vida a las fiestas, esperamos que los niños y jóvenes se interesen para trabajar en esto”, manifestó.
Rolando Sucuc es un niño de Comalapa que los acompaña. “Nosotros le damos el espacio para que aprenda y no deje a un lado sus raíces, quizás no somos como el maestro de la escuela, pero puede aprender”, dijo.
El repertorio musical
En las fiestas patronales Don Félix Azurdia y Lázaro Azurdia Buch tienen entre su repertorio unas 20 melodías entre sones y alabados, similar a una alabanza. En la feria de San Juan Comalapa uno de los sones favoritos es el de la Sanjuanerita, un tema icónico en su feria titular que se celebra cada 24 de junio, el mero día del patrono San Juan Bautista.
Fuente: Prensa Comunitaria