Feria Nacional de Semillas Nativas y Criollas

Idioma Español
País Paraguay

El pasado sábado 1 de noviembre, BASE-IS formó parte de la Feria Nacional de Semillas Nativas y Criollas, organizada por la Red de Guardianas y Guardianes de Semillas Nativas y Criollas del Paraguay – Ñangarekoha, en la Plaza de la Democracia de Asunción. 

Este espacio público del microcentro capitalino se llenó de una gran diversidad de alimentos agroecológicos producidos por comunidades campesinas e indígenas que resisten al avance del agronegocio. La feria fue una celebración de la diversidad de las semillas nativas y de los saberes ancestrales, reivindicando la pedagogía del cuidado y el intercambio como pilares de la lucha por la soberanía alimentaria.

Esta lucha se vuelve esencial en un contexto marcado por el avance de las corporaciones del agronegocio sobre la biodiversidad, a través de la privatización de las semillas y otros seres vivos como insectos y microorganismos. En los últimos años, esta ofensiva se ha intensificado con la introducción de una nueva gama de organismos genéticamente modificados denominados localmente “nuevos productos de mejoramiento”, u “organismos de edición genómica”. Estas tecnologías, basadas en sistemas como CRISPR-CAS9, permiten alterar la estructura del ADN con una precisión similar a un “GPS con tijeras”. Si bien se presentan como innovaciones seguras, en realidad representan una manipulación profunda de los ciclos biológicos y evolutivos, con consecuencias aún impredecibles para la naturaleza y la salud humana.

En Paraguay, la habilitación de estos organismos fue posible gracias al debilitamiento de las regulaciones sobre bioseguridad y precaución ambiental tras el golpe de Estado de 2012. Mientras que hasta ese año solo existía un evento transgénico aprobado —la soja resistente al glifosato (RR1)—, hoy el país cuenta con 74 eventos genéticamente modificados liberados, incluyendo variedades de soja, maíz, algodón, trigo y arroz de edición genómica, además de microorganismos e incluso un insecto transgénico. Entre estos, destacan la liberación de levaduras modificadas para producir etanol y el gusano cogollero transgénico (Spodoptera frugiperda), cuya manipulación genética podría afectar gravemente el equilibrio ecológico en un planeta ya inmerso en la sexta extinción masiva de especies.

Estos desarrollos profundizan el modelo de monocultivo transgénico basado en el uso intensivo de agrotóxicos, consolidando un paquete tecnológico tóxico que pone en riesgo la salud de la población y la biodiversidad. Además, marcan un giro preocupante hacia la manipulación de cultivos destinados al consumo humano directo —como arroz y trigo—, reforzando la dependencia tecnológica y la pérdida de soberanía alimentaria. Todo esto ocurre en completo sigilo, sin participación ni consulta a las comunidades campesinas e indígenas que serán las principales afectadas por la privatización de la vida y el deterioro de los ecosistemas.

Frente a esta realidad, la defensa de la soberanía alimentaria, el resguardo de las semillas nativas y el fortalecimiento de la agroecología en manos campesinas e indígenas se presentan como caminos indispensables para las transiciones socioecológicas que el país necesita. Las ferias de semillas, como la celebrada en Asunción, son actos de resistencia y esperanza: espacios donde florecen las alternativas al modelo extractivista y donde se reafirma que la verdadera solución a la crisis ambiental y social no proviene de la tecnificación corporativa, sino del cuidado, la reciprocidad y la vida en comunidad.

Fuente: Base-IS

Temas: Agroecología, Semillas, Soberanía alimentaria

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