Hillary Clinton, salpicada de Monsanto

Idioma Español

"Desde hace años, Monsanto ha logrado que actores corporativos previamente empleados de la transnacional ocupen cargos en los diferentes ámbitos gubernamentales de los Estados Unidos, desde los Departamentos de Agricultura y Agencia de Protección al Ambiente, hasta el mismo Congreso de los Estados Unidos".

El pasado 14 de septiembre se conoció la noticia de que la gigante transnacional de químicos, semillas y fármacos, Bayer finalmente concretó la compra de la semillera Monsanto por 66 mil millones de dólares, y aunque aún deben transitarse diversos procesos regulatorios ante los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea (cosa que los representantes de las corporaciones asumen como trámite), de concretarse la compra de Monsanto, la empresa alemana se convertirá en la mayor empresa a nivel mundial de semillas y pesticidas, hasta ahora.

Por cada acción bursátil de Monsanto, Bayer pagó en efectivo 128 dólares norteamericanos, sin embargo no es el único movimiento monetario de grandes dimensiones entre corporaciones gigantes relacionadas con la agricultura. Tal como lo revisó el Grupo ETC, existen otros grandes corporativos transnacionales biotecnológicos que están moviendo sus fichas para intentar hacerse del mercado de semillas y agroquímicos a nivel mundial, de tal manera que al final del año pasado las empresas Dow Chemical y DuPont anunciaron una fusión por la cantidad de 130 mil millones de dólares, y la corporación agroquímica Syngenta compró a la empresa China National Chemical Corp por 43 mil millones de dólares.

¡El 76% de todas las semillas de maíz y 66% de toda la soya comercializadas a nivel mundial estarían bajo el dominio del duopolio Bayer-Monsanto / Dow-Dupont si se confirman las fusiones de las empresas mencionadas!

 

¿Cómo se llegó a tal grado de poder económico por parte de las compañías privadas? ¿Son estas noticias producto de negociaciones meramente privadas entre representantes de las corporaciones? Existen pruebas de que no es así.

 

Además de las actividades comerciales y mercadológicas, están también las actividades de cabildeo político y de donaciones a campañas políticas previas a periodos de elecciones; o incluso a apoyar el derrocamiento de gobiernos (Caso Paraguay en 2008).

Las empresas multinacionales (corporaciones energéticas, automotrices, químicas, de semillas transgénicas) históricamente han impuesto a personas que representan sus intereses en gobiernos de muchos países y para muestra basta el botón de los intereses de la transnacional Monsanto en la política de los Estados Unidos, lo cual indiscutiblemente provoca un conflicto de interés con efectos para la población norteamericana pero también de todo el mundo.

 

Desde hace años, Monsanto ha logrado que actores corporativos previamente empleados de la transnacional ocupen cargos en los diferentes ámbitos gubernamentales de los Estados Unidos, desde los Departamentos de Agricultura y Agencia de Protección al Ambiente, hasta el mismo Congreso de los Estados Unidos, y acá están solo algunos nombres:

Como puede verse claramente, los intereses de Monsanto han penetrado profundamente en puestos de gobierno o regulación de un país que presume su democracia y justicia. Es significativo también el hecho de que varios personajes que han sido señalados de la actividad conocida como ‘puertas giratorias’ con un evidente conflicto de interés, se han desempeñado en gobiernos del mismo Barack Obama y además, que la actual candidata a la presidencia, Hillary Clinton, tenga nexos tan directos con Monsanto: se ha reportado que la semillera ha donado aproximadamente un millón y medio de dólares a la fundación de la familia Clinton, mientras que Bayer ha donado 70 mil dólares cuando Clinton servía como Secretaría de Estado.

No es la primera vez que Bayer y Monsanto se unen y que además tienen lazos estrechos con el gobierno de Estados Unidos.

 

Entre los años 1954 y 1967, las dos transnacionales crearon la empresa Mobay Chemical Corporation. Esta empresa tenía un contrato con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para fabricar uno de los herbicidas principales (2,4,5-T) del llamado ‘Agente Naranja’, el herbicida y defoliante utilizado por el ejército de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam y que es altamente tóxico.

 

Por otro lado, las acciones de Monsanto recientemente habían venido a la baja debido a cuestionamientos y mala fama de sus productos por lo que redujo su plantilla laboral de 25,500 a 22,000 personas, y se especula que aproximadamente 10,000 a nivel mundial, siendo la mayoría gente de Monsanto debido a que ambas empresas tienen actividades redundantes, (por ejemplo en mercadotecnia o ventas). Sólo en Estados Unidos, se estima que se vayan más de 6000 personas. Esta prospección no parece ser un argumento atractivo en una campaña política.

 

¿Qué pasará con las y los campesinos del mundo?

 

Las semillas híbridas y/o transgénicas son ya entre 25-40% más caras que las convencionales y puede esperarse que el nuevo gigante de la agrotecnología Bayer-Monsanto quiera recuperar la inversión lo más pronto posible, por lo que podría desatarse una embestida enorme para intentar tecnificar el campo y realizar lo que se ha llamado ‘agricultura inteligente’ (ver aquí).

 

Ante estos hechos, corresponde consolidar un frente amplio (Campesinas, consumidores, estudiantes, científicos, comerciantes, cocineros, etc) y exigir el derecho desde la misma acción de preservar las semillas libres, exigir el derecho a la alimentación y medio ambiente sanos, transparencia y rendición de cuentas de los gobiernos y su relación con empresas nacionales y multinacionales.

 

Fuente: Red en Defensa del Maíz

Temas: Corporaciones

Comentarios