La soberanía alimentaria la hacemos todos: mujeres y líderes indígenas en Oaxaca

Idioma Español
País México

La quinta conferencia internacional se celebró del 12 al 14 de octubre en el Rancho La Estancia en Juchitán, Oaxaca, un evento organizado para hablar del maíz, de los alimentos, de la madre tierra y de la lucha por la soberanía alimentaria. Se realizaron mesas de trabajo, en donde los participantes a nivel local, nacional e internacional expusieron las acciones que llevan a cabo en cada una de sus comunidades y cómo podrían vincularse para seguir con la conservación del maíz, alimento sagrado para los pueblos indígenas.

Foto: Andrea Hernández

“Reunirse para hablar del maíz no es casualidad”, explica Andrea Hernández, joven nutrióloga zapoteca y defensora de la soberanía alimentaria, quien participó en la quinta conferencia internacional de los Pueblos Indígenas del Maíz celebrado en Juchitán, Oaxaca.

Andrea, junto con otros jóvenes, campesinos, mujeres y líderes indígenas, coincidió en que es momento de defender la soberanía alimentaria, pero no sólo a través de reuniones ni charlas, sino también labrando la tierra, como ella y sus compañeros lo hacen a través de su proyecto llamado “Cooperativa Guenda rudxhiíba guendaró stinu”, que en castellano significa “Cooperativa donde sembramos nuestra comida”.

La quinta conferencia internacional se celebró del 12 al 14 de octubre en el Rancho La Estancia en Juchitán, Oaxaca, un evento organizado para hablar del maíz, de los alimentos, de la madre tierra y de la lucha por la soberanía alimentaria.

Se realizaron mesas de trabajo, en donde los participantes a nivel local, nacional e internacional expusieron las acciones que llevan a cabo en cada una de sus comunidades y cómo podrían vincularse para seguir con la conservación del maíz, alimento sagrado para los pueblos indígenas.

Por ejemplo, campesinos de la región Yaqui, de los pueblos Hopi, y zapotecas del Istmo de Tehuantepec hablaron del amor al campo y las acciones a realizar en torno a la defensa de la soberanía alimentaria de sus regiones, pero también hablaron de los avances y retos, pues la lucha alimentaria es algo constante.

Foto: Andrea Hernández

El profesor y experto zapoteca Tomás Chiñas Santiago, por ejemplo, a través de su organización Tona Taati’ desde hace 25 años defiende el maíz zapalote chico, que es endémico en el Istmo de Tehuantepec.

Recalcó que, sin la participación de la mujer en la agricultura del istmo oaxaqueño, no se podría producir los alimentos que conforman la rica gastronomía y se pondría en mayor riesgo la soberanía alimentaria en la región.

“Tenemos un grave problema, los alimentos industrializados han invadido el mercado, trastocando la cultura de consumo, y el sector agroalimentario del Istmo se encuentra prácticamente abandonado”, dijo.

En la conferencia también se habló de la repatriación-rematriación, el intercambio de semillas y la defensa ante la modificación genética con el fin de recuperar la soberanía alimentaria, sobre la que expusieron Alicia Sarmiento y Vicente Guerrero, expertos provenientes del estado de Tlaxcala.

Por su parte, campesinos y agricultores Yaquis y Mayas Mopán recalcaron que el maíz no necesita una modificación genética, sino que lo que se necesita es su conservación y que siga presente a través de alimentos en todo el país.

“Modificar un grano de maíz no sólo afecta a quienes lo consumen, sino también al subsuelo, a la madre tierra”, reconocieron.

En el penúltimo día, los asistentes hablaron también de la defensa del maíz como respeto a los derechos humanos y de hacer que sus voces se escuchen. En el evento también participaron jóvenes, quienes se están formando en la defensa de la soberanía alimentaria.

Foto: Andrea Hernández

Reencontrarse para hablar del maíz fue gratificante, coincidieron los asistentes, quienes el último día se reunieron para celebrar una bendición al amanecer y presentaron los resultados obtenidos de las conferencias, charlas y mesas de trabajo.

Defender la soberanía alimentaria, el grano dorado del maíz y sus derechos humanos fueron los tres puntos básicos que se abordaron. Los participantes recalcaron que se llevan la tarea de seguir su trabajo con base en los resultados y conocimientos compartidos con el fin de volverse a reunir el próximo año, para seguir labrando la tierra a favor de una vida digna.

Fuente: Desinformémonos

Temas: Feminismo y luchas de las Mujeres, Pueblos indígenas, Soberanía alimentaria

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