México: Científicos organizan diálogo con medios de comunicación sobre maíz transgénico

Por UCCS
Idioma Español
País México

El jueves 21 de octubre, se llevó a cabo el diálogo/taller con medios de comunicación titulado MAIZ TRANSGÉNICO: LA COYUNTURA ACTUAL, organizado por la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) y el Seminario "Los Maíces Nativos como Patrimonio Cultural" del INAH y la UACM.

· 22 especialistas de prestigio internacional ofrecen evidencias sobre riesgos por siembra de maíz transgénico en nuestro país.
· Desde lo molecular hasta lo social y filosófico, argumentan contra las pruebas experimentales que se han efectuado en meses pasados en el norte de México.
· Muestran el posible daño económico para toda la población así como la violación de leyes que acompaña a esos procedimientos.

22 expertos mexicanos se reunieron para presentar evidencias acerca del grave riesgo que significa para la seguridad alimentaria de México y el mundo, así como para la soberanía nacional, la siembra de maíz transgénico al aire libre en cualquier región del territorio nacional, incluyendo las pruebas experimentales que, contraviniendo el orden jurídico, ha autorizado el gobierno mexicano a empresas transnacionales como Monsanto y Dow Agrosciencies para efectuar experimentos en varios estados del norte de México.

El evento contó con la presencia de la Dra. Francisca Acevedo Gasman, Coordinadora de Análisis de Riesgo y Bioseguridad de la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), quien asistió en representación del Dr. José Sarukhán Kermez, Coordinador Nacional de ese organismo. La Dra. Acevedo presentó los últimos mapas desarrollados por la Conabio, que evidencian la diversidad de maíz presente en México.

El Dr. Antonio Serratos, miembro del Consejo Directivo de la UCCS y del Seminario INAH/UACM, abrió el evento con un análisis histórico y técnico que revela que los permisos otorgados recientemente a las empresas biotecnológicas y semilleras para la experimentación con maíz transgénico en campo son reiteraciones deficientes de experimentos diseñados hace 15 años y que en aquellos años sentaron las bases para establecer la moratoria de facto a los permisos para ensayos de campo con maíz transgénico.

Por su parte, al abordar el vértice económico del tema, el Dr. Alejandro Polanco Jaime explicó que con los transgénicos perdemos todos, aún las mismas transnacionales: en pocos años pierde el productor; pierde también el consumidor, porque los transgénicos representan grandes riesgos a la salud, y pierde la sociedad, porque se afecta a la biodiversidad del maíz y se contaminan los stocks de variedades nativas (también llamadas “criollas”). Pero también pierden las empresas semilleras porque su fuente de renovación es el germoplasma nativo de México y del mundo, y si éste se contamina sus productos serán obsoletos e inservibles.

Los Dres. Fernando Castillo González y Rafael Ortega Paczka, de la UCCS, explicaron que la riqueza en diversidad genética del maíz mexicano constituye un elemento estratégico fundamental para el desarrollo agrícola y social del país y de la agricultura maicera en el mundo.

Enseguida, la Dra. Elena Álvarez-Buylla Roces, presidenta de la UCCS, y la Biol. Alma Piñeyro Nelson, miembro del Consejo Directivo de esta Unión, explicaron que los transgenes han entrado a los acervos de maíces nativos en algunas partes del país, pero aún en cantidades controlables. Añadieron que, dado que los maíces transgénicos no son distinguibles visualmente de los no transgénicos, éstos se dispersarán más allá de la voluntad de los agricultores. La coexistencia de ambos tipos de maíz, sin intercambio genético, es imposible.

Por su parte, los Dres. Takeo Angel Kato y Eckart Boege Schmidt, miembros también de la UCCS, explicaron que la contaminación de maíz nativo mexicano con transgenes puede provocar efectos nocivos derivados de desequilibrios en la expresión génetica. Si esto ocurre, no habrá solución pues será imposible eliminar de las poblaciones nativas dichos contaminantes.

La Dra. Carmen Morales Valderrama y la Mtra. Catalina Rodríguez Lazcano, miembros ambas del Seminario "Los Maíces Nativos como Patrimonio Cultural" del INAH y la UACM, mostraron cómo entre los efectos previsibles de la contaminación por transgénicos están la caída de la ya de por sí pobre economía entre miles de familias; el abandono de la agricultura tradicional, y otros daños que necesariamente redundarán en una nueva forma de trabajo que conlleva la desestructuración de la organización social campesina.

Por su parte, el científico uruguayo Claudio Martínez Debat, miembro de la UCCS, se refirió a los efectos sobre la salud que tiene la ingesta y el contacto con el glifosato, herbicida asociado a maíz transgénico. Comentó que la Unión Europea clasifica esta sustancia como "peligrosa para el medio ambiente" y "tóxica para los organismos acuáticos". Explicó que muchos estudios recientes han mostrado que formulaciones y productos metabólicos asociados con este herbicida causan la muerte de embriones, placentas y células umbilicales humanos in vitro, aún en bajas concentraciones (10, 000 veces menos que la concentración recomendada para su uso). Estos estudios de científicos norteamericanos y franceses permiten clasificar al glifosato como un disruptor endocrino.

Abordando el vértice jurídico, la Lic. Lizy Peralta Mercado, del Grupo de Estudios Ambientales (GEA), y el Dr. Rodrigo Gutiérrez Rivas, de la UNAM, describieron el llamado Principio de precaución y explicaron que éste debe activarse en caso de peligro de daño grave o irreversible en el ambiente, la biodiversidad y la salud, sin ser necesario que exista certeza científica absoluta; este principio constituye una obligación jurídica internacional contraída por el gobierno mexicano. Mencionaron también que el gobierno ha aprobado los permisos para siembra de maíz transgénico en el norte del país creando una regulación nacional violatoria de ese y otros principios internacionales, y violando sistemáticamente derechos individuales y colectivos (al ambiente, a la salud, a la alimentación, de los pueblos agricultores e indígenas, etc.).

Exponiendo el punto de vista de la ciencia ética, el Dr. Jorge Enrique Linares Salgado, de la UCCS, explicó que los transgénicos deben ser regulados sociablemente, y sus efectos, cuidadosamente evaluados por investigadores independientes, que no tengan intereses directos en su comercialización industrial. Añadió que los mexicanos tenemos la responsabilidad ética de preservar y cultivar nuestro patrimonio agrícola pues lo es de toda la humanidad, buscando métodos orgánicos y sustentables para aumentar y asegurar su producción sin poner en riesgo su biodiversidad y la continuidad sociocultural.

Finalmente, los Dres. Antonio Turrent Fernández y Alejandro Espinosa Calderón, del Consejo Directivo de la UCCS, platearon que, si bien la seguridad alimenticia de maíz para todos exige que la producción nacional (actualmente de 22 millones de toneladas anuales) se acerque al consumo aparente, que es de 33 millones de toneladas anuales, estudios sobre el potencial productivo de maíz sugieren que el campo mexicano cuenta con recursos para producir 57 millones de toneladas anuales de maíz en los próximos 15 años, siempre que se realice la inversión hidroagrícola y la investigación requeridas.

El evento culminó con la presencia del grupo de teatro/cabaret Las Reinas Chulas, organización afín con el espítiru del evento.

Más información con:

Andrés García Barrios,
Responsable de Comunicación de la UCCS,
ten.sccnoinu@soirrabaicragserdna,
01 714 147 22 97
044 55 28 98 05 84.

Temas: Transgénicos

Comentarios