Monsanto, responsable de la contaminación transgénica del maíz mexicano, por Greenpeace México

De acuerdo con análisis del maíz que México importa de Estados Unidos, la transnacional Monsanto es propietaria de la mayor parte de las variedades transgénicas de este grano que entran a territorio nacional sin ninguna vigilancia y, por lo tanto, responsable de la contaminación de las variedades nativas de maíz de México, centro de origen y diversidad de este importante cultivo, informó Greenpeace

El pasado domingo, activistas de Greenpeace detuvieron de manera pacífica durante 6 horas el ingreso de un tren procedente de Estados Unidos cargado con 99 vagones de maíz, en el puente internacional de Nuevo Laredo. El tren traía mezcla de variedades convencionales con variedades transgénicas del grano. Esta información se obtuvo mediante el análisis de cuatro muestras del maíz importado que entra a México, en las que se detectaron dos variedades transgénicas de Monsanto: la variedad Bt MON 810 (que se evaluó cuantitativamente), un maíz insecticida, y la GA21 (se evaluó cualitativamente), un maíz resistente al herbicida Roundup Ready, conocido en México como Faena. Esto es lo que se encontró:

Muestra 1: 35% de maíz Bt-MON 810 y presencia de maíz GA21.
Muestra 2: 35% de maíz Bt-MON 810 y presencia de maíz GA21.
Muestra 3: 18% de maíz Bt-MON 810 y presencia de maíz GA21.
Muestra 4: 28% de maíz Bt-MON 810 y presencia de maíz GA21.

?En los embarques de maíz que llegan a México, entra entre 25 y 35% de maíz modificado genéticamente, que corresponde a variedades de esa transnacional. Esto quiere decir que, en lo que se refiere a corporaciones involucradas, Monsanto es responsable mayoritario de la contaminación, genética del maíz mexicano?, aseveró Liza Covantes, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace México.

Cabe agregar que la corporación Monsanto está involucrada en escándalos de contaminación genética anteriores al del maíz mexicano tales como: Canadá (canola, 1998), Grecia (contaminación de semillas de algodón, 2000), Italia (maíz, 2003).

Monsanto tiene claro que los inversionistas financieros pueden darle la espalda debido a la ausencia de control en estos casos de contaminación. Aunque la transnacional inventa términos como presencia ?adventitious? (ventajosa) para describir la contaminación transgénica no intencional, la realidad es que esa empresa no ha tenido la capacidad de impedir este tipo de eventos. La estrategia de Monsanto para que expandir el comercio y la siembra de transgénicos es continuar con el cabildeo mundial sobre las instituciones normativas o regulatorias de tal forma que reconozcan y acepten la contaminación como algo normal e imposible de controlar.

El control de Monsanto en la agricultura es cada día mayor: en el año 2002 esta empresa vendió 91% de las semillas transgénicas sembradas en el mundo. De estas semillas transgénicas, 71% fueron variedades de cultivos tolerantes a su herbicida Roundup Ready (en México conocido como Faena), el de mayor venta en el mundo.

?Monsanto insiste en que los agricultores se beneficiarán con sus transgénicos, en que el hambre en el mundo disminuirá con sus semillas mágicas y habrá beneficio ambiental. La realidad es que el problema del hambre no se debe a la falta de producciòn sino a problemas de distribuciòn y falta de acceso a los alimentos. De hecho la escasez la produce el comercio?, aseveró Alejandro Calvillo, director de Greenpeace México.

Los cultivos transgénicos contienen transgenes patentados, por los cuáles hay que pagar cada vez que se usan, pues de lo contrario las empresas como Monsanto demandan a los agricultores. Estas regalías se deben pagar durante los 20 años de vigencia de la patente, por lo que los agricultores no pueden guardar semilla de la cosecha, como antes lo hacían, para la siembra del siguiente año. Hay que comprar la semilla cada año con su correspondiente pago de regalía.

?Exigimos que el gobierno mexicano detenga ya las importaciones de este grano y que finque responsabilidades contra la transnacional Monsanto, pues está claro que son sus variedades las que están contaminando el maíz mexicano. Sagarpa debe dejar de proteger y beneficiar a esta empresa y optar por proteger este centro de origen y diversidad. Se lo debe a México y se lo debe al mundo, pues el maíz es uno de los tres cultivos más importantes del mundo.

Greenpeace es una organización ambientalista comprometida con la no violencia.

Para más información, comunicarse con Cecilia Navarro al teléfono 04455-1142-9021 o visitar la página www.greenpeace.org.mx.

Fuente: Greenpeace México - Boletín 0358 / 19 de agosto de 2003

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