Organizar, cuidar y luchar para alimentar a los pueblos
El 16 y 17 de agosto el Movimiento Nacional Campesino Indígena – Somos Tierra (MNCI-ST) realizó su Encuentro Nacional en Villa Carlos Paz, Córdoba con la participación de más de 200 compañeros y compañeras de sus organizaciones campesinas y comunidades originarias de base junto a organizaciones hermanas de Argentina y Latinoamérica. “Organizar, Cuidar y Luchar para alimentar a los pueblos” fue el lema elegido para este encuentro situado en un tiempo signado por el avance destructivo que encarna en el país el gobierno de Milei con su ofensiva sobre conquistas y derechos, apoyándose en una narrativa profundamente conservadora que ganó terreno entre sectores populares, donde paradójicamente se descarga con brutalidad el ajuste y la represión.
Para Diego Montón de la Coordinación Nacional del MNCI-ST este encuentro “se realiza en medio de un proceso a nivel global donde las corporaciones han profundizado su ofensiva en torno a apropiarse cada vez más de los sistemas agroalimentarios, y en nuestro país, el gobierno nacional ha planteado a la agricultura familiar como uno de sus enemigos. Incluso en las conferencias de prensa el vocero Adorni ha estigmatizado la agricultura familiar, planteándola como comunista, peronista, kirchnerista y casi como una enemiga de la patria. Lo mismo de algunas de nuestras banderas como la agroecología o la soberanía alimentaria”.
El Encuentro
El encuentro comenzó con la mística de apertura, donde se entrelazaron sobre el suelo las banderas de las distintas organizaciones y se trajeron nuevamente los objetivos estratégicos de Reforma Agraria Integral y Soberanía Alimentaria, se recordó a compañerxs que partieron de este plano, y repasaron algunos hitos de un camino que este 2025 cumple 20 años desde la fundación del MNCI con “El Grito de Ocumazo” en Jujuy, y del que el “Somos Tierra” es hoy una de sus continuidades, agrupando organizaciones históricas y algunas nuevas: la Red Puna de Jujuy, la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) de Mendoza, el MNCI de San Juan y Misiones, la Mesa Campesina del Norte Neuquino, la Unión de Productores Caprinos de San Luis (Uproc), y les locales del Movimiento Campesino de Córdoba (MCC).

Con las primeras personas que llegaron en la noche del viernes 15 se compartió la proyección del documental “Tiempos Circulares” de Andrés Dunayevich con posterior intercambio con algunos de sus protagonistas presentes.
Las dos jornadas se desarrollaron con mesas paneles como disparadores y posterior trabajo en grupos, con la premisa de contar con la mayor diversidad de territorios en cada uno y con posterior síntesis: “Coyuntura Internacional y Latinoamericana”, “Coyuntura Nacional, contexto histórico y actualidad de la cuestión agraria en la Argentina”, “Papel del Campesinado en la reconstrucción de la Argentina” y “Desafíos de la militancia hoy”. Hubo un espacio para una feria con las producciones de cada organización y un tiempo para la cultura y disfrute de la mano de artistas locales. También funcionó durante todo el encuentro un espacio para las niñeces.
En los grupos se debatió sobre cómo impacta en los distintos territorios la ofensiva del gobierno de Milei, pero también un balance crítico de las políticas del gobierno anterior que el movimiento apoyó; cómo estas llegaban a los territorio o no, y sobre los resultados de su implementación. La situación actual de las distintas cadenas productivas como el tomate o la yerba mate ante la apertura importadora. La importancia de articulaciones como la Mesa Agroalimentaria Argentina (junto a FeCoFe, la UTT, Bases Federadas y la FONAF) de cara a la resistencia, pero también a un debate abierto con la sociedad urbana sobre el alimento y el rol de “el otro campo o el campo que alimenta” en su producción y abastecimiento. Reflexiones sobre lo que se come en los barrios populares, lo que se produce en los territorios campesinos, y como articular necesidades y potencias de actores diversos. La tecnología que necesita el sector y su experiencia con el complejo científico-tecnológico en sus distintas expresiones. El acceso a la tierra y la necesidad de la reforma agraria integral, también en el debate electoral en curso. La relación entre el agronegocio y el avance de la ultraderecha en otros países del cono sur. La necesidad de profundizar la participación de las juventudes rurales en los espacios productivos y de formación. Las dificultades del arraigo con carencias de conectividad, salud o educación en la mayoría de los territorios. El acceso al agua. Las tareas de cuidado en ámbitos rurales. La participación de las mujeres y diversidades en las organizaciones y la construcción y desarrollo de un feminismo campesino y popular. El impacto de la especulación inmobiliaria y otros proyectos extractivos. Un abanico enorme de temas y situaciones atravesados por la experiencia concreta, la pregunta constante y el mate de mano en mano, al que dos días siempre le quedan chicos, y que son la esencia de construir organización.

Un caminar colectivo
Distintas organizaciones amigas y aliadas también participamos de este Encuentro Nacional: el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Fundación Rosa Luxemburgo, la Mesa de Derechos Humanos, la CGT “Histórica”, y ATE Agricultura de Córdoba entre otras; también medios autogestivos como Tiempo Rural, la Agencia Tierra Viva y Huerquen Comunicación. Además de organizaciones integrantes de la Mesa Agroalimentaria Argentina como la Federación de Cooperativas Federadas (FeCoFe) y la Unión de Trabajadorxs de la Tierra (UTT), también dijeron presente y compartieron su palabra la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, la Confederación Mapuche de Neuquén y el Movimiento Campesino de los Llanos de La Rioja (Mocallar), cuyas presencias son también expresión de esfuerzos de articulación y apuesta políticas común; y que pocas semanas antes dio un impulso importante en el proceso de reorganización del capítulo nacional de la CLOC – Vía Campesina.
En ese sentido, entre las visitas de organizaciones hermanas se destacó la del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST) con la presencia de Vanessa Borges de Río Grande del Sur, quién además de analizar la situación de su país a partir de la resistencia al ciclo bolsonarista, el logro de la libertad de Lula y la construcción política que le permitió a este volver al gobierno a la cabeza de una amplia coalición, también desarrolló aspectos centrales de la política de formación del movimiento como uno de sus ejes más importantes. Sobre sus primeras impresiones del Encuentro en Córdoba nos compartió que “la primera cosa que percibí es que hay muchas mujeres y esto siempre me hace feliz, ver que las mujeres están participando en los espacios formativos. Hay una diversidad también de sujetos que creo que es muy rica, campesinos, indígenas, del colectivo LGBT, una diversidad que demuestra que el movimiento está en el territorio, y toda esta diversidad llega al espacio de discusión, de decisión, de organización (…) Aspiramos a construir otra sociedad, y tenemos que empezar en nuestros territorios y nuestros espacios”.

En un país que concentra la enorme mayoría de su población en las grandes ciudades y en general siente lejano a lo rural aunque come cada día, las discusiones y objetivos que plantearon en Córdoba estos dos días este conjunto de organizaciones (y otras), es de vital importancia y hacia allí también apunta el movimiento. Montón plantea que “en este encuentro también estamos debatiendo cómo dialogar con el resto de la sociedad, desde el movimiento obrero organizado, los estudiantes, las pymes y funcionarios parlamentarios, para buscar la posibilidad de poder conversar esto con todos ellos y entender que la soberanía alimentaria no es solo una tarea del campo, es también una tarea de las ciudades. Estamos convencidos de que la reconstrucción de la Argentina va a ser posible en tanto entendamos la importancia de la Soberanía Alimentaria y del derecho a la alimentación como uno de los pilares de la construcción de la democracia y de la justicia social”.
El encuentro finalizó con una mística donde volvieron a traerse con música y alegría los horizontes de Reforma Agraria y Soberanía Alimentaria que alumbraron el nacimiento de organizaciones como el MNCI hace 20 años y siguen anudando manos y esfuerzos en nuestra tierra. “Somos Tierra!” llamaron, “Para alimentar a los pueblos” contestamos.