Perú: el pueblo de Tambogrande se pronuncia en contra de la explotación minera en el valle de San Lorenzo

12-12-02

El pueblo de Tambogrande recibió el premio nacional “Ángel Escobar”. El pasado 2 de junio el pueblo de Tambogrande dio al país una impresionante lección de civismo, al participar en la consulta vecinal convocada por la municipalidad para que la población se pronunciara respecto de la explotación minera en el fértil valle de San Lorenzo y en la capital del distrito.

Ese día, el 74 por ciento de las personas inscriptas en el padrón electoral participó en la consulta vecinal. Un porcentaje impresionante, tomando en cuenta que en las elecciones políticas las cifras de ausentismo son mayores y que la participación en la consulta era voluntaria. No había multas ni sanciones para quienes no votaran y, sin embargo, la población participó masivamente, a veces enfrentando serias dificultades para llegar hasta las mesas de sufragio.

Como es sabido, el 98,05 por ciento señaló su oposición al proyecto minero, es decir, a que sus tierras fueran ocupadas por la empresa Manhattan, que, violando la Constitución, pretende explotar un yacimiento ubicado en zona de frontera. Los observadores de seis países pudieron constatar que el escrutinio se llevó a cabo con total cuidado, para que se expresara la real voluntad de los tambograndinos.

Los partidarios de la explotación minera sostuvieron que la consulta vecinal era una acción ilegal, sin que se pudiera explicar qué norma se estaba vulnerando, dado que la municipalidad siempre manifestó que la consulta era voluntaria y que los resultados no eran vinculantes. Se pretendió señalar que la población no estaba adecuadamente informada, pero tanto la Manhattan como el Frente de Defensa de los Intereses de Tambogrande hicieron amplia propaganda. Inclusive el arzobispo consiguió que los representantes de ambas posiciones las expusieran a los laicos de la zona.

Este premio representa un fuerte respaldo del movimiento de derechos humanos a la población de Tambogrande. Actualmente la empresa y el Ministerio de Energía y Minas sostienen que el procedimiento válido para pronunciarse es la audiencia pública en la que se presente el Estudio de Impacto Ambiental pagado por la empresa. Sin embargo, estas audiencias están diseñadas para que la población solo pueda dar sugerencias secundarias. En realidad, sostiene un sociólogo vinculado al conflicto, daría lo mismo si la audiencia se realizase en una sala vacía, porque la población no tiene mayor injerencia. El caso de Tambogrande prueba que el espacio para la participación de la población en proyectos de desarrollo es muy deficiente.

En algún momento la población temía que el gobierno dispusiera la confiscación la imagen de Manhattan o del gobierno en estos casos. Insistir en una explotación minera en el valle de San Lorenzo no sería ni siquiera una manifestación de terquedad, sino simplemente un pésimo negocio... Después de los dramáticos sucesos de Arequipa, esperemos que el gobierno haya aprendido a no tomar medidas de fuerza que terminan generando mayor rechazo de la población. No olvidemos que todavía están impunes las muertes de Fernando Talavera y Édgar Pinto, quienes fallecieron a consecuencia del impacto de las bombas lacrimógenas.

La Municipalidad de Tambogrande ha dado al país un ejemplo de participación ciudadana. En otros países esto es totalmente normal: sea para la instalación de un reactor nuclear o para la construcción de un nuevo viaducto, la población es siempre consultada. En el Perú tenemos muchas instancias participativas: comunidades campesinas, organizaciones barriales, clubes de madres, etcétera. Sin embargo, las municipalidades no han sido por lo común un espacio donde la participación vecinal haya sido siempre bienvenida.

Esperemos que los limones y mangos del valle de San Lorenzo sigan creciendo y multiplicándose, libres del acecho de otros intereses; pero el tema de fondo es que el desarrollo del país no debería plantearse sin tomar en cuenta a la población local.

ADITAL
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