Reeditar el ritual del intercambio de semillas

Idioma Español
País Argentina

Finalmente se abrió el cielo y se pudo: el pasado sábado 18 de octubre se realizó exitosamente la 9na. Feria Provincial de Semillas que, como cada año, congrega a productores de distintos lugares para reeditar el ritual y práctica del intercambio de semillas, un acto de afirmación que conecta este presente con la historia de la agricultura, y de soberanía en la perspectiva de que esas semillas, que son la base de la soberanía alimentaria, sigan en manos de las y los productores de alimentos.

Organizada por el Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) de Buenos Aires, la feria se desarrolló en la Casona “Santa Rosa” del Parque Pereyra Iraola, cerca de la ciudad de La Plata. Con gazebos para cada familia productora, organización, cooperativa o emprendimiento, las y los participantes recorrían la feria de puesto en puesto intercambiando las semillas traídas desde sus territorios por otras que necesitaban o generaban curiosidad, y con las semillas llegaban también los saberes construidos en la práctica de siembra, cuidado y cosecha que las acompañan desde siempre: ¿cómo se da mejor?, “me cuesta con tanta lluvia”, yo riego así, la junto con tal otra, “le gusta el sol”, la preparo así. También distintos organismos y universidades públicas compartían información de distintos programas, iniciativas o carreras. Las organizaciones de la agricultura familiar campesina con asiento en la región también contaban con sus puestos con venta de bolsones de verduras y frutas de estación, bioinsumos y también materiales sobre distintos temas ligados a lo que hacen cotidianamente en sus lugares, sus construcciones territoriales y sus demandas, estuvieron la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, la Unión de Trabajadores de la Tierra, el Movimiento Agrario Evita, Mujeres Trabajadoras de la Tierra, así como cooperativas de producción hortícola como la 1610 (famosa por sus frutillas agroecológicas que volaron en poco tiempo), apícolas (como la Cooperativa de Apicultores de Berisso), de abonos y bioinsumos (como Caos), de cosmética natural, de plantas nativas o hierbas medicinales (como Biochakra).

La actividad contó con la presencia del Ministro Javier Rodríguez, que recorrió largamente la feria. En el escenario central distintos funcionarios tomaron la palabra, hubo conversatorios sobre temas ligados a la actividad, entrega de menciones a referentes y números musicales. También se hizo una reunión de la Red de Facilitadorxs de Agroecología de la provincia, que este año terminó su 10ma formación y está cursando la 11va.

La importancia del intercambio

Sobre la importancia de reeditar la práctica del intercambio de semillas, consultamos a distintos participantes de la feria:

Marcela Craviño, viverista e integrante de Mujeres Trabajadoras de la Tierra: “si no intercambiamos corremos el riesgo de perder la semilla criolla. Hoy en día, las corporaciones tocan genéticamente las semillas y eso provoca que uno tenga que comprar semillas en cada temporada, porque la semilla híbrida no da semillas fértiles. Entonces es fundamental que haya personas que cuiden semillas y las podamos intercambiar en estos espacios”.

Para María Marta Bunge, del cuerpo docente de Agroecología y Desarrollo Agrario en la Universidad de Hurlingham (UNAHUR), “es importante entender que la semilla debe ser libre, no debe estar sujeta a derechos de propiedad intelectual, y que tienen que estar disponibles para la producción y para el desarrollo del país. Es parte de la soberanía política entender que la semilla es de todos y todas. Necesitamos volver a tener políticas públicas para el acceso a las semillas como era el Pro-Huerta.

Roberto Burgos, productor hortícola, integrante de la Feria Franca de Luján y de la Mesa Provincial de Organizaciones, “el intercambio nace de la necesidad del productor para que siga mejorando las semillas. Hay una gran discusión sobre el mejoramiento que hacen las corporaciones y que lo quieren cobrar. En cambio, los productores queremos hacerlo con nuestras semillas criollas. Por suerte la provincia apoya estos espacios para que la semilla quede en manos de los productores, la multipliquen y sirva para crear Soberanía Alimentara”.

Para Gustavo Tito, docente de la Universidad Arturo Jauretche (UNAJ) y trabajador del INTA, “es un acto de conservación de nuestro material genético, un acto de intercambio cultural no sólo productivo, sino también que cada semilla atrás trae sus comidas, sus recetas. El intercambio además, es un acto de mucha solidaridad. Mantener estos espacios en la Argentina de estos tiempos es revitalizante”.

Para Ezequiel Wainer, a cargo de la Dirección de Agricultura Familiar y Desarrollo Rural de la Provincia, “es importante por muchos aspectos, por un lado porque entendemos que las semillas son de todos, por más que haya alguien que las produzca, y llegar a un espacio a intercambiar esos tesoros de nuestros productores me parece que es un momento único porque es entregar parte de sí para que otro se lleve parte de uno, y a su vez tejer una red”.

Un camino de ida

En tiempos donde “propiedad intelectual” vuelve a ser parte de las exigencias de los Estados Unidos para el (inédito) salvataje económico al gobierno de Milei que vivimos en las últimas semanas y cuando el discurso corporativo se repite calcado por funcionarios del gobierno, es fundamental volver a insistir con eso que las corporaciones ocultan: que las semillas agrícolas, todas, son creaciones milenarias de los pueblos. Que no hay una empresa que haya “descubierto” o “creado” una semilla, sino que cualquier desarrollo biotecnológico se apoya en la práctica ancestral de las comunidades agrícolas y, por lo tanto, como sostiene la Vía Campesina: las semillas son patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.

En el gesto aparentemente sencillo de entregar y recibir un puñadito de semillas y en lo que sucede a su alrededor, anida una de las claves para que nuestros pueblos puedan conquistar su tan necesaria Soberanía Alimentaria. Disfruten del registro fotográfico de la feria, y anímense a andar este camino íntimo con las semillas, que es sólo de ida.

Fuente: Huerquen

Temas: Agroecología, Semillas, Soberanía alimentaria

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