Un acuerdo popular para derrotar a Noboa

Idioma Español
País Ecuador

La derrota del plebiscito impulsado por el gobierno de Noboa se explica en que, sin que hubiera declaraciones formales de acuerdo, las mayorías del pueblo ecuatoriano coincidieron en el repudio a las políticas cipayas y antipopulares de Noboa y en la defensa de la Constitución de 2008.

Ecuador es un país con una población mayoritariamente mestiza, con fuerte presencia organizada de quienes se asumen como originarios, que se agrupan en la CONAIE, con presencia de afrodescendientes y un movimiento político de raigambre urbana como fue la Revolución Ciudadana, que nació de un impulso progresista y concretó la Constitución de 2008, pero que también generó sus propios monstruos, como fue el presidente Lenin Moreno. La derecha ecuatoriana fuertemente vinculada a Estados Unidos y a las políticas extractivas y exportadoras, llegó al gobierno gracias a los desencuentros de un campo popular potente, pero fragmentado.

Quienes se asumen como originarios, según distintas encuestas, son el 7,7% de la población, y sobre ella se ha ejercido desde tiempos coloniales una fuerte discriminación racista. Las oligarquías, pero también buena parte de los habitantes de las grandes ciudades como Quito y Guayaquil, discriminan a los originarios como sucios y salvajes. Los originarios que habitan mayoritariamente la sierra y las selvas amazónicas han resistido ese desprecio afirmándose en su identidad, que es la base de CONAIE, una de las organizaciones originarias más importantes del continente. En ella, la cuestión de la identidad está por encima de las orientaciones políticas, y quien la dirige imprime sus propias convicciones que pueden ser tanto de enfrentamiento total a los gobiernos neoliberales como de actitudes más colaborativas. El instrumento político de la CONAIE, el Pachakutik, que participa electoralmente, también ha estado sujeto a estos cambios de postura. Tanto ha enfrentado en el parlamento a gobiernos neoliberales, como ha establecido alianzas conservadoras.

Durante el gobierno de la Revolución Ciudadana con la presidencia de Rafael Correa, no faltaron desencuentros entre el gobierno y la CONAIE. La Constitución de 2008 caracterizó a Ecuador como un Estado plurinacional y hubo reconocimientos de derechos originarios, pero también hubo enfrentamientos y persecuciones por desacuerdos en las políticas extractivistas, con participación de ONG que trabajaron para aportar a la fragmentación y el conflicto. El gobierno del sucesor de Correa, Lenin Moreno, que dio un fuerte giro a la derecha y que llegó a encarcelar a su propio vicepresidente, agravó las diferencias.

La realidad hoy en el Ecuador es que la única organización social capaz de paralizar el país es la CONAIE, que tiene alianzas con la Unión Nacional de Educadores (UNE) y sectores estudiantiles y gremiales urbanos. Pero también ocurre que la única fuerza política que ha podido sostener una fuerza política que pueda disputar elecciones con la derecha es el “correismo”. En las elecciones presidenciales de este año, en la primera vuelta, el candidato de la derecha Daniel Noboa obtuvo 44,17% de los votos; la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, obtuvo un 44%. Leonidas Izza, un muy buen dirigente de la CONAIE-Pachakutik obtuvo un inesperado, por lo bajo, 5,25%. Quienes habían conseguido un virtual empate fueron a segunda vuelta, y allí el Pachakutik apoyó al correismo. Sin embargo, Noboa se impuso con un 55%. Se hicieron distintos análisis, hubo denuncias de fraude.

El 15 de setiembre la CONAIE y las organizaciones sociales y sindicales aliadas lanzaron un paro general por el aumento del combustible, detener el proyecto minero de Loma Larga, protección del agua y los ecosistemas. En el desarrollo del conflicto hubo cortes de ruta, enfrentamientos y un accionar represivo que dejó como saldo tres muertos. La Conaie dio por terminado el paro debido a la brutal acción represiva, sin que el gobierno hubiera accedido a sus demandas. El gobierno cantó victoria, pero no faltó quienes le advirtieron que el resultado final se conocería cuando se concretara el plebiscito.

El Presidente Noboa hizo una apuesta política al convocar el plebiscito porque estaba convencido que contaba con los medios para ganarlo. Controlaba el Consejo Nacional Electoral (CNE), y posee una poderosa organización para incidir en las redes sociales (granjas de bots, influencers, soldados digitales), heredada del gobierno anterior, y maneja casi la totalidad de la prensa y de los periodistas. Cuenta con asesoramiento extranjero y tiene capacidad de producir noticias como la que se conoció el mismo día de la elección, cuando detuvieron en el exterior a uno de los líderes del cartel de “Los Lobos”. Tuvo capacidad de dar golpes emocionales muy fuertes, como el traslado del ex vicepresidente Jorge Glass a un penal de máxima seguridad, cuando muchas personas estaban decidiendo su voto. Su estrategia comunicacional estuvo basada en la idea de que Noboa era el único que tenía poder suficiente para terminar con la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia. Lo que no es poco en un país que tiene la tasa de homicidios más alta del continente: 50 cada 100.000 habitantes. Solo necesitaba que el pueblo lo volviera a votar para realizar algunas reformas imprescindibles para combatir al crimen.

Al convocar a un referéndum, el gobierno hizo 4 propuestas a la población:

  • Convocar a una nueva Asamblea Constituyente para reformar la Constitución de 2008.
  • Reducir el número de asambleístas.
  • Eliminar los subsidios estatales a los partidos políticos para que puedan presentarse a elecciones.
  • Autorizar la instalación de nuevas bases militares extranjeras, que estaban prohibidas por la Constitución de 2008.

La reforma de la Constitución del 2008, que es de avanzada y era defendida no solo por el correísmo, sino también por la CONAIE, significaba la eliminación de numerosos derechos conquistados.

El presidente de Ecuador y su padre Alvaro Noboa, propietario de Bonita Banana Farms. Imagen: Pia Global.

Lo de las nuevas bases militares se inscribía en abrir puertas a la ofensiva estadounidense montada en Nuestramérica con la excusa del “combate al narcotráfico”. En los últimos años hubo un importante crecimiento del poder narco en Ecuador, que viene desplazándose desde el norte, donde es combatido por el gobierno colombiano de Gustavo Petro. Durante el gobierno de Guillermo Lasso, hubo un aumento exponencial de esta actividad en el país. El 30% de la cocaína incautada en Europa proviene de Ecuador. Pero además debe sumarse el detalle que la mayoría de estos embarques se han encontrado disimulados en contenedores de bananas. En España encontraron el “mayor cargamento de la historia”, 9,5 toneladas. También encontraron cargamentos en Grecia, Italia, Rusia, etc. En un cargamento encontrado en Turquía, la cocaína estaba disimulada en cajas de la marca “Bonita Banana”. El propietario de esa marca es Álvaro Noboa, el padre del presidente, que además es el principal exportador de bananas del país y el hombre más rico de Ecuador.

En una consulta con alta participación, 85%, el resultado fue contundente. Alrededor del 60% de los ecuatorianos votaron por el NO. Sin proponérselo, el presidente Noboa había brindado a la oposición popular ecuatoriana cuatro puntos básicos de acuerdo.

Desde que se celebraron las presidenciales hasta el plebiscito, pasaron solo 7 meses. Resulta un poco extraño que en un lapso tan breve de tiempo el gobierno haya perdido 15 puntos, que se trasladaron a la oposición. Quienes cantaron “fraude” en abril, ahora están convencidos que tenían razón. Es de esperar que la derrota de Noboa aliente nuevas luchas populares y genere nuevos acuerdos en un país de Nuestramerica donde, por distintas razones y culpas repartidas, no se ha podido concretar un proyecto de país que contenga los intereses mayoritarios.

Fuente: Huella del Sur

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, Pueblos indígenas

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