El Salvador: restricciones a plaguicidas no funcionan
El aumento de la utilización sin control de plaguicidas ya causó la muerte de 132 personas en El Salvador
17.febrero/2004 - El Salvador - Adital* - La Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes) y la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para Centroamérica (Rapac) denunciaron la falta de voluntad política de las autoridades de Medio Ambiente, Salud, Agricultura y Ganadería por prohibirlas.
En reacción a la noticia, la Comisión Nacional de Plaguicidas (Conaplag) acordó promover la restricción de estas sustancias, acuerdo que la Unes y RAapac se negaron a firmar por considerarla risible, debido a que las autoridades arriba mencionadas no tienen la capacidad técnica, ni presupuestaria para controlar la comercialización y uso de estos productos.
Prueba de ello es en Honduras que, desde 1999, se aprobó un acuerdo ministerial que restringe la importación, distribución y venta bajo estrictas medidas de seguridad de ingredientes activos catalogados como Extremadamente Peligrosos y Altamente peligrosos. Sin embargo, con las restricciones en Honduras, las importaciones aumentaron, incrementándose los riesgos de intoxicaciones para la población. Elevando los costos de atención a los intoxicados por cuenta del estado y de las familias de los afectados, sin ninguna responsabilidad para los fabricantes, importadores y promotores de los productos causantes de estos problemas.
Por lo tanto, la Unes y Rapac insisten en que existen alternativas orgánicas a los 12 plaguicidas más dañinos en Centroamérica por lo que no se justifica su permanencia (sustancias) en el mercado de oferta. Por estas razones, la Unes y Rapac exigen a las autoridades competentes, la prohibición de importación de los 12 plaguicidas que más daño causan a la salud y al medio ambiente.
El reglamento sobre estos productos
El reglamento sobre productos orgánicos es un reglamento sin ley propia, políticamente fue anexada a la Ley de Sanidad Vegetal y Animal, que no tiene nada que ver con esta ley en cuestión, denunció la Unidad Ecológica Salvadoreña.
El propósito del reglamento es el de crear en el país un área de producción orgánica al nivel de la Unión Europea con una franja dedicada a la importación y una franja para la certificación de productos para la exportación. Es de conocimiento general que ninguno de los productos orgánicos de los países centroamericanos entra al mercado de los países ricos fácilmente, prácticamente los mercados estadounidense y europeo están cerrados para productos como los salvadoreños.
Este reglamento establece esa franja de la agricultura en tres áreas: productos animales, vegetales y apicultura (miel) en cada uno de dichos sectores el nivel de exigencia de calidad es europeo. "Esto representa la muerte de los pequeños y medianos agricultores, que no alcanzan dicho nivel técnico, económico, ni mucho menos infraestructura, y para rematar el reglamento no incluye ningún tipo de financiamiento", afirmó Dagoberto Gutiérrez, asesor en Derecho Ambiental de Unes.
En dicho reglamento el papel del gobierno, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), desaparece y es atribuido a las empresas europeas certificadores de este tipo de productos ya señalados . Además en el apartado de producción orgánica vegetal esta abierto el camino para el uso de semillas transgénicas contrario a una política de producción agrícola orgánica. Por lo tanto, la Unes tiene previsto interponer una demanda ante la Corte Suprema de Justicia para revertir este reglamento ilegal.
*Con datos de Unes Y Rapac.
ADITAL, Internet, 17-2-04