En Paraguay preocupa la ampliación de la frontera agrícola con cultivos transgénicos
La apertura de la frontera paraguaya para los cultivos de productos modificados, también llamados transgénicos, además de que no está legalmente permitido en Paraguay, también está generando fuertes consecuencias en la salud de la población
Los productos transgénicos son productos que requieren la utilización de muchos químicos para lograr que las plagas nos les afecten o que los productos tengan un buen tamaño y color.
Cuando estos químicos son usados sin las debidas precauciones, ponen en riesgo la vida de las personas que los manipulan directamente. Además pueden causar graves daños de contaminación ambiental, que en consecuencia, también provoca problemas de salud en los pobladores que viven en la zona afectada.
En Paraguay esto ya es una realidad. Así lo demuestran las fotos publicadas en los principales medios de prensa. En ellas se presentan a niños de la región agrícola de Itapúa con terribles llagas en sus cuerpos.
Según los médicos estas llagas son producto de la contaminación, pero además alertan que el problema puede ser más grave, pues los químicos pueden provocar males permanentes en los pobladores que pueden llegar a degenerar en cáncer.
Los campesinos de Itapúa y el Alto Paraná tradicionalmente se dedicaban a la producción de la soja y de trigo. Sin embargo, se dejaron llevar por el mágico atractivo de la variedad que presentaban los cultivos transgénicos.
Pronto vieron como este tipo de cultivos significó menos gastos y provocó más ganancias, lo cual les permitió descubrir un nuevo camino para mejorar su forma de vida Pero esta situación no llegó sola. Los exportadores se aprovecharon de la situación y ampliaron las fronteras agrícolas.
Capitales Brasileños se apoderaron el último año de grandes extensiones de tierra en los departamentos de la zona centro y sur del Paraguay. Entre ellos está el departamento de Misiones, donde hace 20 años las enormes extensiones eran destinadas al pastoreo de animales vacunos y hoy se cultiva soja transgénica.
Los ganaderos, empresarios tradicionales y tradicionalistas vieron un buen negocio en destinar una parte de sus enormes extensiones de tierra al arrollador cultivo de estos trasgénicos.
El pasado 14 de Noviembre, en la comunidad de San Ignacio, poblada por 25 mil habitantes, se denunció la muerte de animales menores de una finca campesina. Otras denuncias similares se produjeron días después en el Norte del país y ayer en la zona de San Pedro Departamento de Itapúa.
Pese a que el cultivo de transgénico esta prohibido por la legislación paraguaya, el guiño cómplice de las autoridades permite su implantación, pues es conocida la reinante relación entre el sector agroexportador y el poder político en este país.
Los que no dejan de poner el puño en la lucha contra estas irregularidades son las diferentes organizaciones, sectores de la prensa y la Iglesia, quienes solicitan directamente una revisión de estas prácticas a las autoridades.
Esta lucha es más difícil aún cuando existen algunos Municipios de Paraguay que dicen, y con razón, que falta trabajo y que por tanto no se puede correr a las inversiones. Pero como en todo hay que poner en la balanza, porque esta inversión es de las que matan.
ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE EDUCACIÓN RADIOFÓNICA-ALER, Internet, 4-12-03