Inviabilidad comercial libra población de trigo transgénico
Al menos en los próximos cuatro años el mercado mundial estará exento de nuevas variedades transgénicas, no por recomendación científica sino por inviabilidad comercial, de acuerdo con la decisión tomada esta semana por la Monsanto de suspender hasta el 2008 las actividades de desarrollo y promoción del trigo transgénico
13.mayo/2004 - Brasil - Adital ? A diferencia de la soja y del maíz transgénicos hoy cultivados, usados principalmente en la alimentación animal, el trigo entra directamente en la preparación de innumerables productos esenciales para la alimentación humana. Derivados del cereal, como panes, pastas y biscochos, son parte de la vida cotidiana de una parte significativa de la población mundial. En razón de esta característica, la comercialización de la variante transgénica del trigo, encuentra resistencia muy fuerte en el mercado, motivando el retraimiento de la Monsanto.
En Canadá, el trigo transgénico fue fuertemente rechazado por productores, consumidores, organizaciones de la sociedad civil e importadores, cuando en diciembre del 2002, la Monsanto solicitó al gobierno canadiense la liberación del cultivo en el país. Una encuesta de opinión reciente en el país mostró que el 83% de los canadienses está a favor de una moratoria sobre la liberación de cualquier nuevo cultivo transgénico, hasta que sus efectos sobre la salud humana y el medio ambiente sean conocidos.
Pero la presión más contundente viene de los mayores y más exigentes mercados compradores de cereales de los grandes países productores, Europa y Asia. El Grandi Molino Italiani, el principal procesador de Italia, informó que rechazará la importación de trigo genéticamente modificado, siguiendo la preocupación de otros países consumidores de estos dos continentes.
El trigo modificado genéticamente tiene como característica la resistencia al herbicida Roundup, también de la Monsanto. Esa fue la misma modificación genética realizada en la soja Roundup Ready (RR) introducida ilegalmente en el Sur de Brasil. Los molinos japoneses, principales importadores del trigo estadounidense, advirtieron a los productores estadounidenses que ellos buscarían otros proveedores en el caso que el trigo RR de la Monsanto fuese plantado en EE.UU.. Un anuncio similar fue divulgado por los compradores surcoreanos.
El mismo aviso le fue dado a Canadá. Una coalición de 410 grupos de consumidores y compañías de la industria alimenticia japonesa declaró en marzo que dejaría de comprar trigo canadiense en el caso que el país comenzase a producir el grano genéticamente modificado. Este movimiento representa a más de 1 millón de japoneses.
Esta no es la primera vez que la empresa toma esa decisión. En el 2003, después de una embestida sobre el sector alimenticio de Estados Unidos, la Monsanto reculó ante la poca aceptación de la propuesta de lanzar el trigo transgénico. En un intento reciente, obtuvo el mismo posicionamiento del sector. Pero oficialmente la empresa alega que desistió de la iniciativa pues el trigo transgénico es "menos atrayente con relación a las otras prioridades comerciales de la Monsanto".
ADITAL, Internet, 13-5-04