México: la FAO se ha convertido en publicista de los transgénicos, denuncian campesinos, por Matilde Pérez U.

Exigieron que la organización rectifique públicamente su propaganda a Monsanto. Destacaron que la verdadera solución al hambre se debe encontrar en el plano político

Ni los campesinos ni los pequeños productores agrarios necesitan una "alta tecnología" que incluya riesgos incontrolables como lo es la producción de organismos genéticamente modificados, asentaron la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y Vía Campesina.

En un comunicado que enviaron a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) ambas agrupaciones exigieron a dicho organismo que rectifique públicamente la "propaganda que en el ámbito internacional hace en favor de Monsanto y Syngenta", trasnacionales que imponen la adquisición de transgénicos.

Advirtieron que mientras la FAO no rectifique públicamente, la "continuación del diálogo con ese organismo es inútil, ya que hará que la sociedad civil sea cómplice de una política promotora de los transgénicos, tecnología en la cual no vemos ninguna solución y contra la cual fortaleceremos nuestra lucha y resistencia".

El informe anual la FAO -abundaron ambas agrupaciones-"resultó ser una propaganda para Monsanto y Syngenta, las cuales imponen la adquisición de transgénicos contra la voluntad de los campesinos y consumidores, con ello apoya el falso argumento de que la ingeniería genética puede desempeñar un papel crucial en la solución del problema del hambre en el mundo".

UNORCA y Vía Campesina recordaron que Monsanto controla alrededor de 90 por ciento de la superficie sembrada con transgénicos en el ámbito mundial, y Syngenta impone en el mercado el maíz Bt, sin considerar las preocupaciones y propuestas de campesinos. En la década de los 60, la FAO promovió la revolución verde como una solución tecnológica al hambre, pero el número de "hambrientos" a escala mundial aumentó hasta 880 millones, se ha incrementado la marginación de los habitantes de las zonas rurales y los expulsados de sus tierras.

Las trasnacionales que antes vendían pesticidas, semillas y fertilizantes a los campesinos, ahora pretenden controlar la producción alimentaria con las patentes y los transgénicos, pero según la FAO el hambre será solucionada con inversión dirigida a la biotecnología y a la ingeniería genética, asentaron.

Destacaron que el hambre es un problema político que requiere de la voluntad de los gobiernos para crear mercados estables para los pequeños productores y dar a la gente mayor acceso a la tierra y otros recursos productivos. "Esa es la única manera válida de producir más y mejores alimentos, y de suprimir la pobreza en las zonas rurales", aclararon a la FAO.

La Jornada, México, 27-5-04

Comentarios