Huerquen

Andalgalá: «Llevamos 11 años de resistencia pacífica a la megaminería» – Asamblea El Algarrobo

El pueblo de Andalgalá en Catamarca vive horas dramáticas. Con el avance del covid fueron impuestas restricciones a la circulación que sirvieron de cobertura para el ingreso de máquinas excavadoras en el lugar donde las mineras Yamana Gold, Glencore y Newmont, con el acompañamiento del poder político y judicial, pretenden avanzar con el Proyecto MARA (Agua Rica), a muy pocos kilometros del pueblo.

Andalgalá: «Llevamos 11 años de resistencia pacífica a la megaminería» – Asamblea El Algarrobo

"Una Consulta Popular por una ley de protección integral del agua" – Marta Maffei

Que el agua es la clave para la continuidad de la vida en el planeta es tan conocido como la magnitud de la amenaza que representan para ella procesos productivos y extractivos que acaparan el centro del debate sobre el “desarrollo económico” de nuestro país. Esta disociación que se verifica en muchos otros órdenes, está en la base de la crisis de nuestra forma predominante de estar en el mundo, y que la pandemia no hizo más que manifestar y amplificar.

"Una Consulta Popular por una ley de protección integral del agua" – Marta Maffei

No derogar la Resolución del Veneno además de inadmisible es inmoral

El 2 de febrero pasado un grupo muy importante de organizaciones de comunidades fumigadas con agrotóxicos de la provincia de Buenos Aires, enviaron una carta al Gobernador Axel Kicillof y al titular de Ministerio de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, donde desgranaron la situación que atraviesan comunidades y territorios respecto a la creciente exposición a los venenos del agro, y enumeraron una serie de reclamos concretos.

No derogar la Resolución del Veneno además de inadmisible es inmoral

Referentes de la defensa de las escuelas rurales de los agrotóxicos: Estela al medio, y a cada costado Mariela Leiva y Ana Zabaloy – Concepción del Uruguay, octubre 2017

En las últimas semanas la discusión sobre la presencialidad de las clases en pandemia acapara buena parte del debate público. Los riesgos que entraña para la salud de la comunidad educativa, de estudiantes, docentes y no docentes y sus familias, delimita las posibilidades de su instrumentalización, y su forma concreta dependerá mucho de la presión que ejerza cada sector social y político, como con cada tema durante este largo año pandémico. Tanta preocupación mediatizada por la salud y el aula, contrasta con la situación de miles de escuelas rurales que son forzadas (desde hace años!) a convivir con los agrotóxicos que el modelo productivo dominante libera al ambiente en buena parte del territorio nacional, vulnerando derechos esenciales ante la vista de todos los poderes del Estado, y gestiones de todo tipo y color. 

“Decirme a mí que tengo razón, es decirle al pueblo argentino que los agroquímicos enferman” – Estela Lemes

Foto: Fer Mut

Para el extractivismo no hubo cuarentena y durante la pandemia millones asistimos casi en directo a la destrucción de importantes áreas naturales: miles de hectáreas de bosque nativo desmontadas en el norte y fuego en casi todo el país. En el Delta del Paraná, como en un morboso espectáculo, las ciudades y pueblos no sólo debieron asistir a las quemas frente a sus ojos sino que fueron obligadas a respirar el humo de las mismas. La contundente impunidad del agronegocio y la especulación inmobiliaria, contrastó con la desidia, timidez y (a esta altura evidente) complicidad de segmentos en todos los poderes del Estado.

Las organizaciones socioambientales desnudaron los negocios detrás del fuego en las islas

Trigo HB4: el transgénico nuestro de cada día

La posibilidad de que pan elaborado con transgénicos llegue a nuestras mesas es muy impactante. Si bien avanzó mucho en nuestra sociedad la conciencia sobre la presencia de transgénicos y agrotóxicos en la enorme mayoría de “alimentos” ultraprocesados o frescos de producción industrial, para una parte grande sigue existiendo una distancia entre un “evento biotecnológico regado de agrotóxicos” y cada bocado. Con el trigo esa distancia se acorta, porque cuando decimos trigo decimos directamente pan; y el “pan” no sólo está presente en cada mesa, sino que es el significante que condensa toda nuestra práctica alimentaria, y la afectividad familiar y social construida a su alrededor. Por eso meterse con el pan es siempre muy grave.

Trigo HB4: el transgénico nuestro de cada día

- Acto y presentación en ronda, funcionarixs intercaladxs con representantes de distintos movimientos.

"Estamos en un tiempo donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo de nacer, pero con un piso de conciencia en nuestras comunidades que ya no permite a las fuerzas del capital moverse como antes. También donde las fuerzas que buscamos abrir otros horizontes civilizatorios estamos exigidas a dar un salto en articulaciones multisectoriales y perspectivas interdisciplinarias, para tener propuestas concretas y esbozar caminos de salida; sumando fuerza con organizaciones sociales, sindicales y políticas mucho más allá de los purismos".

Sí, juro ¿“grieta” ambiental o disputa por la transición ecológica?

Semana de la Agroecología – Foto RENAMA

Hace tiempo que los pueblos de las zonas agrícolas han desnaturalizado la presencia de los venenos del agro en su vida cotidiana. Los discursos sobre la inocuidad y las llamadas “Buenas Prácticas Agrícolas” se hundieron ante la evidencia cada vez más contundente de los problemas ambientales y sanitarios que acarrea su uso. En términos agronómicos el desarrollo de las llamadas malezas resistentes a herbicidas o resistencias en insectos, obligan a los productores presos del “paquete tecnológico” y su lógica, a gastar cada vez mayores sumas de dinero en insumos, aumentando la carga por hectárea, ya no de un solo producto sino de varios combinados. La pérdida de fertilidad de suelos y biodiversidad se hace evidente, y al final de cada campaña la promesa corporativa de “altos márgenes” se transforma en “cortar clavos”.

Baradero va por la regulación de agroquímicos y el fomento a la agroecología