Silvia Ribeiro

Actualmente, la fabricación de nanopartículas y su incorporación a distintos materiales, son los usos comerciales más difundidos de la nanotecnología. Pero el verdadero poder de las ciencias de lo nanoscópico reside en la convergencia de biotecnología, neurociencias, informática, robótica y otras tecnologías. Vislumbraremos mejor la lógica y el poder de esta convergencia si recordamos que los bloques de construcción de toda la materia -viva o inerte- se originan en la nanoescala

Los problemas de la nanotecnología: convergencia tecnológica y control

A diferencia de muchas otras tecnologías en sus primeras etapas, la nanotecnología es objeto de voraz interés por parte de las mayores empresas del globo. De las 500 empresas más grandes del mundo, según la revista Fortune, casi todas tienen inversiones en investigación y desarrollo nanotecnológico. En otros casos, las compañías esperaban ver los riesgos antes de invertir. En nanotecnología las trasnacionales se lanzan tras el potencial económico que avizoran si logran agenciarse porciones de ese mercado, el cual, según la Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos, superará el billón de dólares en 10 años

Los problemas de la nanotecnología: omnipatentes

En los años recientes, un número creciente de informes científicos y gubernamentales han alertado que las partículas construidas artificialmente a nano escala (un nánometro es la millonésima parte de un milímetro), podrían presentar nuevos riesgos a la salud y al medio ambiente. En un informe de la Royal Society y la Real Academia de Ingeniería del Reino Unido de 2004, se concluye que las nanopartículas y los nanotubos se deben considerar químicos nuevos, y como tales ser objeto de evaluación y precaución

Los problemas de la nanotecnología: salud y ambiente

Las nanotecnologías son un conjunto de técnicas que se utilizan para manipular la materia a la escala de átomos y moléculas. Estamos ante la liberación masiva al ambiente, al cuerpo humano, animal y vegetal, de partículas construidas artificialmente para las que los organismos no tienen ninguna prevención

Los problemas de la nanotecnología

Desde hace más de dos años, la multinacional Monsanto tiene acceso directo y privilegiado al conocimiento y al germoplasma (semillas) de teocintle -pariente silvestre del maíz-, gracias a investigadores públicos mexicanos que se lo brindan directamente desde un lugar único: la sierra de Manantlán, Jalisco, donde los científicos encontraron, a finales de la década de 1970, una especie de teocintle, el Zea diploperennis, que es endémica del lugar, lo que por su importancia fue argumento para declarar en 1987 a esta zona como reserva de la biosfera

El zorro en el gallinero: Monsanto en Manantlán

El 9 de agosto se publicó en una revista científica un informe de varios funcionarios del gobierno que reporta no haber encontrado contaminación en el maíz campesino en una parte de la sierra Juárez de Oaxaca, en los años 2003 y 2004. Pese a lo limitado de la zona parecerían buenas noticias, pero el informe provoca muchos cuestionamientos, y por otra parte las conclusiones son altamente discutibles

México: las múltiples caras de la contaminación

El Instituto de Medicina Genómica (Inmegen) anunció recientemente nuevas etapas hacia la constitución del "mapa genómico de los mexicanos", en el cual participarán las empresas multinacionales Applied Biosystems e IBM, esta última por medio de su división Healthcare and Life Sciences. Lejos de la promesa de atender los problemas de salud de la población, el mapa genómico de los mexicanos contribuirá sin duda a engordar más los bolsillos de unas pocas multinacionales. Las demás implicaciones podrían ser mucho peores

El mapa genómico de los mexicanos

Todas facilitan y legalizan la privatización de bienes colectivos y públicos, la destrucción de los ámbitos de comunidad en campo y ciudad y favorecen a los grandes capitales, sobre todo, transnacionales

Nuevas leyes neoliberales