Suplemento Ojarasca, La Jornada

La Asamblea Constituyente (ac) boliviana agoniza. A 33 días de que venza el segundo plazo para finalizar su labor, los movimientos sociales que durante décadas lucharon por ella podrán considerarse muy afortunados si los constituyentes logran cambiar “alguito” del Estado colonial que pretendían “refundar”

Reportaje desde Bolivia: la Asamblea Constituyente ¿herida de muerte?

Como nunca antes, los pueblos indígenas de América se están hablando, y al fin le han puesto un mismo nombre a su enemigo común: capitalismo. De Alaska y el helado norte de Canadá a Patagonia y Tierra del Fuego, los pueblos originarios la plantan la cara a los poderosos. En un par de casos, líderes legítimos suyos han llegado al poder nacional (Ecuador hace unos años, Bolivia hoy), y han cambiado, al menos parcialmente, el salvaje rumbo neoliberal y burgués que tenían esos, al igual que el resto de países (excepción hecha de Cuba y Venezuela, mas no los fiascos "socialistas" de Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua y Chile)

¿Hacia un plan Sonora-Cochabamba?

Con siglos de historia en contra, los pueblos indígenas de América han logrado, en menos de tres décadas, avances políticos y culturales sin precedente. El costo ha sido muy elevado (eso siempre), pero desde la resistencia recurrente de los yoreme en la frontera norte de México hasta las del norte de Argentina y los mapuche en el sur chileno, el despertar de los pueblos ha devuelto al mapa mental de las naciones la existencia de esa "civilización negada", hoy creadora de vías de autodeterminación y legitimidad nunca antes vistas

Pueblos indígenas de América: avances políticos y culturales sin precedente

La autonomía de los pueblos indígenas deja de ser una demanda para convertirse en hecho, a pesar de que las instituciones del Estado se resisten a reconocerla, que es una forma de criminalizarla. Miles de comunidades han decidido darse a sí mismas un gobierno basado en las prácticas tradicionales adaptadas a la actualidad

México: crecen los gobiernos autónomos de los pueblos

Nunca antes se habían manifestado nuestros pueblos indios con tales constancia, unión y claridad. En esta hora definitoria del futuro mexicano, hablan y actúan aún más que en 1994, cuando el alzamiento zapatista en Chiapas la hizo de despertador de la conciencia nacional y los pueblos de toda la República encontraron que no estaban solos

México: los pueblos indios más allá de la resistencia

El diario Clarín de Argentina reportó el pasado septiembre que "por primera vez en su historia, el Estado nacional concluyó una encuesta a los pueblos indígenas del país". Y así los argentinos se enteraron que en su país aún hay indígenas. Y no pocos. Cerca de medio millón. Los invisibles de América, de Canadá y Estados Unidos a Uruguay, Argentina y Chile, siguen aquí

"Descubren" en Argentina que aún hay indios. Son más de 400 mil, revela un censo

Siendo que a contracorriente de lo que conceden las graciosas leyes del Senado Impopular, sus diputados supernumerarios y los tribunales colegiados a espaldas de la gente, los pueblos indígenas han caminado por su cuenta, ganando en los hechos espacio físico y cultural para su autodeterminación y su libertad. Siendo que la democracia también es así, y los pueblos irradian al resto de la sociedad las posibilidades vivas de representación colectiva... Estamos en el ocaso de una era. Todavía no en el comienzo de otra. Pero la democracia sigue siendo la luz que ilumina, allá lejos, el horizonte

México: urnas llenas, democracia vacía

Algo sucede en Oaxaca. El reciente movimiento magisterial de la sección 22 del SNTE rebasó los límites de un movimiento gremial independiente y concitó la unión del abigarrado y contradictorio mosaico político-social del estado en un proyecto de gobierno popular que sobrepasalas proclamas de las organizaciones políticas y se nutre, sobre todo, de la legitimidad real de lascomunidades indígenas

Oaxaca: Hacia un gobierno del pueblo