Honduras

En circunstancias aún oscuras, asesinaron a Berta Cáceres y a Nelson García en marzo. Ambos lideraban la resistencia contra de la construcción de la represa Agua Zarca en Honduras que amenaza al territorio indígena lenca. Inversores europeos han suspendido la financiación. Ahora exigimos a Siemens que se retire también del proyecto.

El 3 de marzo ha quedado para siempre marcado como un día aciago para el activismo social en Honduras. Berta Cáceres, líder indígena lenca y cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) moría acribillada a tiros en su casa de La Esperanza.

"La experiencia de Castro durante el último mes que estuvo en Honduras nos ofrece una mirada extraordinaria del funcionamiento del sistema de justicia hondureño, el cual se caracteriza por tener una cultura de impunidad. En repetidas ocasiones, durante los meses previos al asesinato, Cáceres dijo que estuvo siendo hostigada por Desarrollos Energéticos, SA (DESA), la compañía privada de energía detrás del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, al cual ella se opusó vehementemente."

El COPINH convoca movilizaciones para exigir que el FMO y Finn Fund se retiren definitivamente del Proyecto Agua Zarca. El viernes, 22 de Abril a las 2pm estaremos enfrente del FMO en los Países Bajos y el jueves, 28 de Abril a las 12 medio dia en Helsinki, Finlandia.

Más de 20 comunidades de este municipio dijeron un rotundo no a la explotación minera, ya que los recursos naturales serán afectados drásticamente, entre ellas las fuentes de agua.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ofreció al Gobierno de Honduras la creación de un grupo de expertos para investigar el asesinato de la activista Berta Cáceres, como reclaman sus familiares y el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

"La guerra no declarada que existe en Honduras, ha servido de catalizador para la desterritorialización de nuestras comunidades, las que se han convertido en un objetivo para la elite de poder local y empresas transnacionales".

Con el inminente cierre de las compuertas de la represa Barro Blanco, localizada en la comarca indígena Ngäbe Bugle, la hidroeléctrica coloca en peligro de ser desalojados al menos a 270 personas.