Los Derechos Campesinos son Derechos Humanos
A cinco días del operativo policial que dejó heridos y detenidos entre campesinos y campesinas que reclamaban tierras en Santa Rosa del Aguaray (San Pedro), y en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, es urgente recordar los derechos fundamentales del campesinado paraguayo, sistemáticamente vulnerados por el Estado.
La represión del 5 de diciembre ocurrió en un contexto donde miles de familias siguen enfrentando desalojos forzosos, falta de acceso a la tierra y criminalización por demandar derechos reconocidos en la Constitución y en tratados internacionales.
1. Derecho al acceso a la tierra
El acceso a la tierra constituye la base del modo de vida campesino. Las familias sin tierra o con tierra insuficiente tienen derecho a parcelas adecuadas para producir. El Estado está constitucionalmente obligado a habilitar colonias oficiales y avanzar en la reforma agraria como política pública central.
2. Derecho a la tenencia segura y legal
La tierra debe regirse por un sistema de orden público que proteja al campesinado. Esto implica anular adjudicaciones irregulares —como las llamadas “tierras malhabidas”— y fortalecer mecanismos que garanticen seguridad jurídica para quienes viven y trabajan la tierra.
3. Derecho a la protección frente a desalojos forzosos y a la lucha contra la
concentración de tierras
El Estado debe impedir desalojos violentos, sin orden judicial o basados en títulos fraudulentos. También tiene la responsabilidad de limitar el latifundio y evitar el acaparamiento de grandes extensiones por parte de empresas agroexportadoras en detrimento de comunidades rurales.
4. Derecho a la participación, la libre organización y el derecho a ser escuchados
Las comunidades campesinas deben poder participar en la elaboración y control de políticas agrarias que afectan su territorio, sus recursos naturales y su modo de vida. Esto incluye el derecho a organizarse de manera autónoma, sin amenazas, coerción ni represión estatal.
5. Derecho a la no discriminación y a la igualdad
El campesinado debe ser reconocido como sujeto social pleno, protagonista del desarrollo rural. Esto implica garantizar igualdad de condiciones para campesinos y campesinas, con equidad de género, acceso equitativo a la tierra y a todos los recursos necesarios para una vida digna.

