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Reserva comunal Amarakaeri, área natural de 402.335 hectáreas protegida por las comunidades harakbuts, yines y machiguengas en Madre de Dios, en la Amazonía de Perú

Las comunidades indígenas y tribales son las que mejor salvaguardan los bosques de América Latina y el Caribe y su labor es clave para reducir las emisiones de carbono; sin embargo, carecen de ingresos dignos y acceso a servicios básicos, además de enfrentarse a la destrucción de sus territorios. La ONU pide a los gobiernos reforzar los derechos territoriales comunales, compensar a las comunidades por su trabajo ambiental y facilitar la gestión forestal comunitaria.

Pueblos indígenas latinoamericanos sufren cada vez más presiones pese a su papel contra el cambio climático

Foto de FAO/Rhodri Jones. Algunos países están regulando las donaciones de alimentos y las formas de minimizar las pérdidas y el desperdicio de comida.

Desde la agricultura, hasta la gestión de envases, los desechos, la cadena de frío y el transporte, los sistemas alimentarios emiten miles de millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. China, Indonesia, Estados Unidos, Brasil, la Unión Europea e India son los países con mayor cantidad de emisiones en esa industria.

Hasta el envasado de vino y cerveza contribuye al cambio climático

Foto de: Unsplash/Sanjog Timsina

Casi una quinta parte de toda la comida del mundo acaba en los cubos de basura de las casas, los restaurantes y otros servicios alimentarios, asegura un informe de la agencia de la ONU para el medio ambiente, que destaca que es un problema mundial, y no solo de los países ricos. Nigeria, por ejemplo, está entre los países que más desperdicia.

El desperdicio masivo de alimentos, un problema no solo de los países ricos

Algas, pastos marinos, ciénagas y manglares: otra barrera contra el cambio climático en peligro

Los lugares protegidos marinos del Patrimonio Mundial de la UNESCO en países como Colombia, México y Argentina son una parte fundamental para mitigar el cambio climático debido a que absorben grandes cantidades de carbono, y además, entre otras cosas, mejoran la calidad del agua, protegen a las comunidades costeras del aumento del nivel del mar y les proporcionan medios de vida.  Sin embargo, y como otros ecosistemas, están amenazados por las actividades humanas.

Algas, pastos marinos, ciénagas y manglares: otra barrera contra el cambio climático en peligro

- OCHA/Ivo Brandau El Lago Chad ha perdido el 90% de su superficie en los últimos 50 años.

La alteración del clima, la pérdida de biodiversidad y la contaminación amenazan nuestra viabilidad como especie. Lograr un futuro sostenible depende de abordar esas tres emergencias de forma integral y de entender que no podemos retrasar más la transformación de nuestro sistemas de producción y consumo, advierte un nuevo informe de la ONU. “Estamos librando una guerra suicida contra la naturaleza. El 2021 es el año decisivo para evitar lo irreversible” alerta António Guterres.

La naturaleza debe regir la toma de decisiones si queremos sobrevivir

Foto de archivo: FAO Una agricultora alimenta a sus animales en una granja familiar en Nicaragua

La especialista en garantías fundamentales indica que el Gobierno del país centroamericano ha de “garantizar un entorno seguro y favorable” para las personas que defienden el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas.

Experta de la ONU condena el asesinato de un activista y pide proteger a los defensores medioambientales

UNDP Mauritius/Stéphane Bellero Una planta de energía en Mauricio genera emisiones de gases de efecto invernadero

La encuesta más grande realizada sobre el tema busca llevar la voz de la gente a la vanguardia del debate climático y señala formas en las que los países pueden avanzar con el apoyo público mientras se trabaja de manera conjunta para abordar la crisis. En América Latina más del 60% de los encuestados coincide en la importancia de la lucha contra el calentamiento global. También muestra que las personas con mayor nivel de estudios son las más conscientes de la gravedad de la situación.

Más de la mitad de la población mundial reconoce que el cambio climático es una emergencia

Foto: FAO/Alessandra Benedetti

La obesidad causa más muertes en el mundo que la combinación de las enfermedades de transmisión sexual, el tabaco y la violencia armada, además de ser un factor de riesgo de enfermedad grave de COVID-19. En el 2021 los países pondrán énfasis en fomentar dietas más saludables y ricas en frutas y verduras, que además son más sostenibles y amigables con la lucha contra el cambio climático. Estos alimentos actualmente sufren los niveles más altos de pérdida y desperdicio.

El 2021 es el Año Internacional de las Frutas y las Verduras: menos desperdicio y más salud