El Estado mexicano se empeña en provocar a las comunidades indígenas para luego reprimirlas, en profundizar el actual despliegue militar y su “ordenamiento” cotidiano, para acostumbrarnos a que la guerra, como en otras partes del mundo, se instale como modo de hacer negocios. Con este contexto en consideración se reunió el Congreso Nacional Indígena (CNI) de la región Centro Pacífico en la comunidad nahua de Ayotitlán, Jalisco, el 7 y 8 de noviembre.