Ramón Vera Herrera

La rebeldía de lo “no métrico”

"La pervivencia de una mirada crítica nos dice que el emparejamiento no es total. La imaginación y los saberes, los modos de vida alternos son posibles y son lo que nos toca ejercer desde fuera del mundo estallado por lo digital (y aprovechando las contradicciones con las que podamos utilizar lo más posible la misma digitalidad contra ella misma, y en favor de la infinidad de modos de vida que pugnan por existir)".

La rebeldía de lo “no métrico”

- Foto: Ojarasca

Nunca será suficiente insistir en que México es un país único en el mundo porque su propiedad social agraria (la tierra en posesión de ejidos y comunidades) representa más o menos la mitad del territorio nacional. Tampoco olvidan las comunidades campesinas, sobre todo las originarias, que existe una continuidad histórica anterior en ocasiones a la invasión europea desde donde se ha mantenido una posesión de las tierras, montes y aguas —y que con esa fuerza milenaria las comunidades siguen reivindicando una autonomía funcional que les ha permitido mantener un breve espacio de decisiones propias, de relación con la naturaleza y con la tierra, y una subsistencia que sin ser boyante, sino frugal y restringida, les ha permitido remontar muchas de las adversidades que esta sociedad avasalladora les busca imponer para predarles sus ámbitos de comunidad, su esfuerzo y su vida misma.

Un embate agrario quirúrgico, casi invisible

- Foto tomada del sitio web revista La Campiña.
TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

"El mundo es hoy un tramado de fronteras difusas que dispersan y fragmentan la vida y la historia de infinidad de comunidades urbanas y rurales. En este entrevero los focos de esta aparente marginación se multiplican y entonces surgen reivindicaciones de identidad que se hallaban subsumidas. Pero la identidad es en el fondo una reivindicación de historia propia, de historia común, no contada, no considerada. Así nos lo muestran sin fundamentalismo los pueblos originarios campesinos del continente americano, cuando reivindican su resquicio histórico, cultural, territorial. Todo rincón es un centro, el centro del mundo para la gente que habita e interactúa en estas grietas".

Desde la milpa se mira el mundo entero —dieciocho años después—

Desde la milpa se mira el mundo entero —dieciocho años después—
SEGUNDA PARTE

"Para que siga viva la resistencia de los campesinos es indispensable defender el maíz, la milpa. Las siembras propias, de autonomía alimentaria, con semillas propias. Sólo con maíz propio, nativo (no su desfigurada versión transgénica), sembrado para que coma la comunidad dependiendo lo menos posible, se puede defender el agua, el bosque, los recursos naturales, sus saberes agrícolas y medicinales, la justicia, los derechos, el ámbito del nosotros".

Desde la milpa se mira el mundo entero —dieciocho años después—

Desde la milpa se mira el mundo entero —dieciocho años después—
PRIMERA PARTE

"Publiqué este texto hace casi 18 años, en diciembre de 2002, en la revista Rebeldía número 2, buscando que se reconociera la enorme pertinencia de mirar el mundo desde la milpa campesina, la milpa indígena, porque ahí se apersonaban todos y cada uno de los pisos sucesivos, de las capas acumuladas de ataques y normativas que acometen caciques locales, vecinos jodidos, jefes políticos, autoridades agrarias locales o funcionarios municipales, pasando por las diversas redes de corporaciones, dependencias gubernamentales, de economía y oportunidad, ecología, desarrollo, salud, participación política, educación y cuanta vaina se imagina uno. Desde milenios atrás hay un ataque sistemático contra quienes en libertad se han dedicado a cultivar su relación la naturaleza, con la tierra. Contra quienes, desde su labor de siembra y reconocimiento de ciclos, puede entender el mundo como casi nadie".

Desde la milpa se mira el mundo entero —dieciocho años después—

Cada rincón es un centro

Hoy compartimos en la columna "Desde los fuegos", las reflexiones de Ramón Vera-Herrera junto a los dibujos de su hijo, Mateo. "Decir que cada rincón es un centro, es reconocer y reivindicar nuestra propia constelación de circunstancias".

Cada rincón es un centro

“Lo tradicional se adapta a lo insólito”, para que las comunidades se defiendan de la pandemia

"Lo tradicional se adapta a lo insólito, los torrentes invisibles de relaciones, vínculos y estaciones de paso para ejercer sus cuidados van tejiendo una urdimbre que fluye desde siempre y va reconfigurándose en esa modernidad que todavía no los entiende, mientras las comunidades (ésas que no existen) siguen impulsando su autonomía, la reivindicación de resolver lo que más les importa sin tener que pedirle permiso a nadie, y enfrentando el desplome de esta fase del capitalismo (vendrán otras) con sus propias y lúcidas visiones".

“Lo tradicional se adapta a lo insólito”, para que las comunidades se defiendan de la pandemia

El cielo se desploma  y el piso se hunde

"Hoy sabemos que la “tormenta perfecta” que desató el brote de Covid-19 provino del estallamiento de varios contrapuntos tramados que tienen en su centro el sistema capitalista, y su concreción siempre industrializante".

El cielo se desploma y el piso se hunde