África

70 años desde Bandung: construir la solidaridad mundial por la Soberanía Alimentaria

La “Conferencia de Bandung”, celebrada en Indonesia en 1955 y considerada a menudo como un punto de inflexión en el proceso de descolonización, reunió a los jefes de gobierno de veintinueve países africanos y asiáticos, así como a representantes de las colonias que aún no se habían independizado. Unidos por las luchas compartidas por la liberación nacional, el Espíritu de Bandung pasó a definir los contornos de la solidaridad Sur-Sur Global en las décadas posteriores.

70 años desde Bandung: construir la solidaridad mundial por la Soberanía Alimentaria

Kenia prohibió intercambiar semillas autóctonas. Un coro comunitario contraataca

El Coro de la Granja de Semillas Autóctonas Edén defiende la soberanía sobre las semillas y los cultivos autóctonos.

Kenia prohibió intercambiar semillas autóctonas. Un coro comunitario contraataca

La hamada es un entorno extremo con temperaturas de hasta cincuenta grados en verano y escasas lluvias en otoño. Foto: David Segarra.

Mantener un huerto productivo y ecológico en un desierto puede parecer una quimera. Pero las mujeres saharauis luchan para adaptarse a un terreno pedregoso y salino, al viento huracanado, a las inundaciones y a las tormentas de arena. Porque producir tus propios alimentos es en sí una declaración de independencia.

Sembrando en el desierto: no es fácil ser campesina en el desierto

Los campamentos saharauis están viviendo una revolución cultural con la expansión de los huertos agroecológicos. Foto: David Segarra.

Hace medio siglo se produjo la expulsión de la población saharaui de sus tierras junto al océano Atlántico. De ser gentes libres y nómadas, se vieron forzadas a vivir como refugiadas en el exilio. Hoy, las mujeres saharauis hacen posible lo impensable: reverdecer el desierto con huertos.

Sembrando en el desierto: una pequeña revolución verde en el Sáhara

La crisis agrícola de Túnez, un modelo de gobernanza que convierte la soberanía en dependencia

"Los agricultores palestinos no son meros actores económicos, son guardianes de la cultura, la memoria y la resistencia. Su acto de cultivar es político. Es una declaración de arraigo contra un régimen de borrado forzoso. Cuando un agricultor del valle del Jordán cuida de su campo de tomates a pesar de las amenazas diarias de incursiones de colonos, o cuando una mujer de Masafer Yatta reconstruye su invernadero después de que haya sido derribado, no están simplemente cultivando alimentos, están defendiendo Palestina".

La crisis agrícola de Túnez, un modelo de gobernanza que convierte la soberanía en dependencia

La migración es un acto de resistencia – ¡Todos los derechos para las personas migrantes!

La Asociación del Millón de Mujeres Rurales y Sin Tierra , miembro del movimiento La Vía Campesina, sigue con profunda preocupación la situación de las personas migrantes en Túnez, especialmente la de nuestras hermanxs originarios del África subsahariana. Muchas de ellxs se encuentran bloqueadas, habiendo huido de guerras civiles, pobreza, hambruna, epidemias, sequías y catástrofes naturales, en busca de una vida segura y digna.

La migración es un acto de resistencia – ¡Todos los derechos para las personas migrantes!

¡La lucha por la justicia agraria en Zimbabue, Sudáfrica y en todo el Sur Global no es sólo una lucha local, es una lucha global!

En este artículo coescrito por Elizabeth Mpfou, Raj Patel y Varsha Gandikota-Nellutla para Al Jazeera a principios de abril, se aborda la reforma agraria de Zimbabue, que desafió las injusticias coloniales pero desencadenó duras sanciones occidentales que devastaron su economía.

¡La lucha por la justicia agraria en Zimbabue, Sudáfrica y en todo el Sur Global no es sólo una lucha local, es una lucha global!

Ganaderos y agricultores, de izquierda a derecha, Adama Sow, Oumar Ba y Daka Sow caminan a las afueras de Niéti Yone, norte de Senegal, martes 10 de diciembre de 2024. (AP Photo/Jack Thompson)

La historia de African Agriculture revela cómo los megaproyectos con visión de desarrollo pueden terminar marginando a las comunidades locales en África.

Sueños marchitos en Senegal: cuando las promesas agrícolas de inversión extranjera no alimentan a nadie