Internacional

El 21 de setiembre se conmemoró por quinta vez el Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles. Año tras año, cada vez más organizaciones e individuos se están sumando y llevando a cabo distintas actividades en el mundo entero para oponerse a la expansión de los monocultivos a gran escala de árboles.

Los impactos de los monocultivos de árboles a gran escala

Por WRM

El cambio climático es sin lugar a dudas la problemática ambiental más grave que sufre hoy en día la humanidad. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el tema (IPCC) ha señalado en su último informe que la temperatura promedio de nuestro planeta ya empezó a incrementarse y podría elevarse entre 3 y 6 grados centígrados durante el presente siglo si no se logran reducciones de emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) en el orden del 60-80%. Sin embargo, pese a la gravedad del tema, los gobiernos y las empresas a menudo lo abordan mediante el doble discurso. En vez de asumir con responsabilidad este desafío y promover reducciones reales y concretas de emisiones mediante la disminución del uso de combustibles fósiles se limitan a utilizar el juego de las compensaciones y mercados del carbono. Se mantienen de esta manera los mismos niveles de consumo y producción de CO2 mientras se compran a manera de indulgencia o con intención publicitaria las reducciones que supuestamente otros han llevado a cabo.

Los peligros del doble discurso: el caso carbono neutral

Las plantaciones de árboles a gran escala provocan graves impactos ambientales, sociales y en las economías locales. Impactos como la escasez de agua, dada la alteración de los ciclos hidrológicos y el deterioro de ríos y quebradas; contaminación del aire debido al uso de agroquímicos; el desplazamiento de comunidades enteras debido a la ocupación del territorio; violaciones a los Derechos Humanos, laborales y ambientales; impactos en las mujeres, así como el grave deterioro de la diversidad cultural, la violencia generalizada, la contaminación por pesticidas y la grave pérdida de diversidad biológica, han sido ampliamente documentados alrededor del mundo. (1) Por esa razón, ONGs, Organizaciones de Pueblos Indígenas y movimientos sociales de todo el mundo conmemorarán este fin de semana el Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles organizando acciones, manifestaciones, marchas y mensajes conjuntos para expresar sus inquietudes.

Grupos llaman a la acción para el 21 de Septiembre, Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles

Durante los últimos días de Enero del 2007, un grupo de personas en representación de agencias no gubernamentales Europeas, de América del Sur y del este de Asia, todos preocupados por algunas medidas que se anticipaban sobre la crisis energética, mantuvimos contactos telefónicos entre nosotros, con el fin de encontrar las maneras más adecuadas para lograr persuadir a los mandatarios Europeos, que proseguir con las metas establecidas en relación con el corte de combustibles para el 2010, implicaba graves riesgos para el medio ambiente a nivel global. En una de esas conferencias telefónicas mantenidas, nos preguntábamos las razones por las cuales este proceso resultaba tan acelerado... Y por qué causa los que deciden las políticas energéticas, no se detienen siquiera a evaluar las evidencias que existen respecto a la insostenibilidad de la producción de biomasa en escala, y en especial pensábamos en las crecientes cantidades de materias primas originadas en la agricultura, que están comenzando a llegar desde lugares remotos, ahora para saciar las demandas energéticas de la sociedad europea. La respuesta justa nos la dio una activista Alemana, quien nos dijo: "Es que el proceso no es democrático, lo están llevando adelante oscuros funcionarios de la Unión Europea, obedientes a un mandato externo y sin mayores miramientos... Para entender este diseño, hay que mirar a la OCDE"… y así fue cómo, haciendo referencia a un caso significativo, direccionamos nuestra atención al nuevo programa sobre bioeconomía, antecedente inmediato de las políticas que nos preocupaban. Boletín N° 304 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos

La génesis de una política agraria: de la OCDE a la producción de biodieseles de Soja

A nivel de todo el mundo los gobiernos están promoviendo activamente la expansión de monocultivos de árboles a gran escala, a pesar de los graves impactos sociales y ambientales ya constatados en las plantaciones existentes. Quienes impulsan este modelo afirman que las plantaciones son bosques, lo cual no es cierto. Las plantaciones no son bosques. Lamentablemente, muchos de nuestros colegas forestales apoyan ese modelo y nuestras instituciones de enseñanza continúan preparando nuevas generaciones de profesionales forestales formados para perpetuar y ampliar este tipo de modelo forestal que pretende ver bosques donde no los hay.

Los monocultivos de árboles no son bosques. Declaración de profesionales y estudiantes forestales

Decenas de razas de ganado, como la vizcaína vaca monchina o la gallina pinta pinta asturiana, y miles de variedades de plantas cultivadas se pierden cada año en todo el mundo. Esta merma genética afecta a la base de nuestra alimentación y empobrece la diversidad natural y cultural de nuestros campos. Hay cosas que difícilmente volverán. Un daño a la diversidad y a la alimentación.

Los sabores perdidos de la abuela

El MERCOSUR y sus países adyacentes (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia) representan la última gran reserva agrícola del planeta. Y este dato no escapa a la atención de las corporaciones del agronegocio a escala global. Pero tampoco a las dos principales economías en crecimiento: China e India. La región es visualizada así como un espacio de expansión para la provisión de las materias primas estratégicas que requieren los gigantes asiáticos sea para alimentación humana o animal, o bien para sus demandas energéticas a través de los agrocombustibles.

Cambio climático dispara el mercado de la tierra fértil