El pasado 20 de octubre, la Conferencia General de la UNESCO adoptó, en forma casi unánime, la Convención para la Protección de la Diversidad de Contenidos Culturales y Expresiones Artísticas, luego de cerca de tres años de negociaciones. El propósito central de la Convención es el reconocimiento de que los bienes culturales producidos en todo el mundo son expresiones de una rica y diversa identidad cultural, y por lo tanto no pueden ser tratados como simples mercancías ni regidos por las normas del libre comercio